Con las muñecas esposadas a la espalda y sin su cinturón, Timothy no era más que un maniquí inerte a expensas de Dick, quien no mesuraba su intromisión a la entrepierna descubierta del menor.
-Estás demente... -Le murmuró al ave azul-.
-No hables, rompes con la magia. -Le respondió quitándose uno de los guantes, arrugándolo y metiéndolo en la boca del tercer hijo-. Sólo te estoy enseñando cómo debes hacerlo. Si tanto quieres a Jason de vuelta, esto es lo que tienes que hacer. –Explicó burlonamente apoyando su peso sobre el torso del más joven, impidiéndole moverse o levantarse-.
Con cada una de sus piernas a los costados de la cadera de Timothy, se daba el lujo de observar todas sus expresiones, desde aquellas que le lanzaban gestos repletos de asco, hasta aquellos sonrojos que le indicaban cómo la pequeña avecilla despertaba al placer.
-Cuando amablemente me ofrecí a enseñarte algunas de mis técnicas, nunca me imaginé que fueras tan virginal al respecto... Tengo mucho que enseñarte, Tim... -Habló Dick deslizando enérgicamente sus dedos, apretando más fuerte sobre la virilidad de Timothy, provocándole un ligero espasmo-. No te contengas, es mejor si sólo te dejas llevar...
El chico inmovilizado comenzó a sacudir su cabeza desaprobando el atrevimiento y la osadía del mayor, pero lo único que logró fue recibir un puñetazo en su quijada; lo que lo apaciguó algunos instantes sin otorgarle serenidad ante la extraña y escalofriante situación a la que Dick lo había arrastrado.
Antes de que pudiera darse cuenta, sus pantalones ya habían sido invadidos por aquellas manos agresivas. Poco pudo hacer para hacerle frente, Dick llevaba la ventaja y sabía muy bien lo que quería. Timothy le pidió explicaciones, pero todo se resumía a una simple maldad en pro de la supremacía por demostrar quién era dueño de quién. Momentos después, el ojiazul menor yacía bajo Richard y sus arranques violentos.
Ahora, sin poder hablar o respetablemente negarse, su cuerpo reaccionaba lamentablemente al agarre forzado del vigilante mayor. Por su propio bien, Tim se resistía a emitir algún sonido alusivo a esa cruel ofensa. Por su cabeza sólo circundaba la vergüenza que sentía en esos instantes. Se lamentó pensando que Jason debía soportar esos embistes cada vez que a Dick se le pegara la gana y eso sólo lo enfureció más.
-Ya estás listo. –Musitó Dick poniéndose de pie-. Veamos si tienes lo necesario para satisfacer a nuestro pequeño niño. –Agregó bajando su cremallera-.
Hallándose libre del peso, Timothy quiso levantarse sin más preámbulos, pero Dick lo pateó quitándole las ganas. Colocó su pie sobre el pecho impidiéndole continuar en sus tentativas. Le sonrió indicándole que no tenía escapatoria.
-Ya llegamos hasta este punto, Tim. De ningún modo te dejaré ir en el estado en el que estás. –Comentó bajándose los pantalones-. ¿Tienes miedo? –Inquirió reacomodando su cuerpo sobre el del muchacho, atrapando la cadera entre sus piernas-. ¿Acaso es tu primera vez? –Preguntó retomando su sonrisa-. ¡No puede ser! ¡¿Seré tu primera vez?! –Exclamó en cuanto Tim desvió su mirada ignorándolo-. ¡Inaudito! ¡Esto sí que no me lo esperaba! ¡Qué gran sorpresa! Pero no te preocupes, Tim, me aseguraré de enseñarte muy bien para que te luzcas con Jason, si es que logras que regrese contigo... -Añadió soltándose a reír exageradamente-.
Todavía no paraba de reír cuando posó sus manos sobre el pecho de Tim para sostenerse. Entonces, levantó un tanto su cadera sujetando el miembro del menor, colocando su entrada justo arriba para que la intimidad de Timothy lo penetrara. Dick detuvo su risa cambiándola por un gemido atorado. Cerró sus ojos mientras su cuerpo descendía a voluntad.
El más joven percibía una sensación que le apretaba el gañote, como si fuera a vomitar en cualquier momento. Se retorcía hasta donde la trampa de Dick le permitiera, pero siendo detenido en cada tentativa con amenazas o bofetadas. Richard no tardó mucho en acoplarse y acostumbrarse. Liberaba su voz cada vez que quería y como deseaba. Gradualmente comenzó a moverse repetida y cáusticamente, provocando en sí mismo cierto grado de dolor y un claro rechazo en la mirada llorosa de Timothy.
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Kidnapper Peach [TimJay]
أدب الهواة¿Dónde está la línea entre amor y obsesión? Es una pregunta que Jason se hace todos los días desde que fue secuestrado y confinado a una celda edénica. Su captor lo consiente, lo alimenta, lo baña y lo atiende, pero no siempre a cambio de nada, sin...