Kidnapper Peach [TimJay]

Parte 27

No era capaz de contar el tiempo. Las horas continuaban transcurriendo al compás del mismo sueño que se traducía en bucles dolorosos. Por supuesto, no se veía a sí mismo, pero sabía que se trataba de él y en su forma más miserable posible.

Nuevamente aquella pesadilla que lo perseguía desde hacía meses. La misma dónde caía irremediablemente al vacío sin oportunidad de salvamento, o un milagro que le disminuyera la angustia por una muerte que era segura, pero que no sabría en qué momento lo alcanzaría.

Esa letanía se repetía una y otra vez. Caía en ese pozo sin fin mientras la obscuridad lo torturaba y la gravedad lo atraía aterradoramente al fondo.

Jason ya se había quedado sin voz de tanto gritar. Nadie estaba alrededor para auxiliarlo o para al menos escucharlo morir. Eso le hacía doler el estómago. Sin olvidar sus lágrimas que ya le hacían doler sus ojos y ya habían enrojecido sus mejillas.

Ahora, ese escalofriante sueño se repetía sin descanso, sin tregua, sin dejar el principio o el final a simple vista, sólo perpetrándose en la resistencia de Jason, que gradualmente se pulverizó en su sufrir.

Quería despertar. Necesitaba despertar. Él sabía que era un sueño, pero no dejaba de ser doloroso y espeluznante. Ese mismo terror ya estaba ahogándolo y estrujando cada una de sus fuerzas, pero por más que lo intentara, no era capaz de salir de aquel diabólico círculo, ni siquiera era capaz de respirar apropiadamente.

¿Cuánto tiempo pasó exactamente? No sabría responder. No quería hacerlo de cualquier modo; pues alguna respuesta se quedaría corta en comparación al perpetuo infierno que sentía en su propia eternidad.

-Ni tú... Ni tú estás aquí... -Musitó Jason sin ánimos de ser escuchado-. También me abandonaste...

-¿Jason? –Alguien le preguntó llamándolo inferencialmente-.

-¡Tú! ¡Tú me dejaste! ¡Me abandonaste! ¡No me ayudas, no me salvas, me dejaste solo! ¡Dijiste que estarías conmigo, que siempre me cuidarías, pero no has venido a buscarme, no has venido por mí! –Exclamó lo más fuerte que su mermada energía le permitió-.

-¡Pero Jason, sí fui a buscarte...! ¡Sí fui por ti...! ¡Sí estoy aquí contigo...! ¡Sí estoy aquí...!

-N-no...

-Jason, por favor, despierta... Despierta... -Aquella voz le decía-.

-N-no... no...

-Jason... -Volvió a escuchar su nombre, pero esta vez, aquellas sílabas se desvanecieron entre algunos sollozos-.

"¿Qué pasa?" Pensó Jason todavía postrado en su pesadilla. ¿Por qué está llorando? ¿Qué le sucede?"

-Jason, por favor... Ya despierta... Despierta... -Aquel hombre que lo llamaba, le pedía, pero entre más hablaba, su voz desaparecía entre las oleadas de su llanto-.

"Sí. Sí está llorando, pero ¿por qué? ¿Por qué llora este tipo ridículo? ¿Qué le pasó? Soy yo quien está llorando, soy yo quien está atrapado en este hoyo, ¿por qué es él el que está sufriendo? ¡¿Por qué?! ¡¿POR QUÉ?!" Siguió preguntándose mientras su sueño repetitivo se rebobinaba y se ejecutaba muchas veces más.

Claramente, la voz de aquel personaje se escabulló insistente en varios episodios. Lo oía, pero no lo visualizaba por ninguna parte. La obscuridad no lo permitía, mucho menos la sensación de terror que le golpeaba el estómago.

Cuando el delirio comenzó su descenso, Jason apenas podía distinguir las sensaciones externas a su pesadilla. Sin embargo, algunos murmullos y cierto ajetreo a su alrededor acompañado de bamboleos, le recordaron que seguía vivo y que lo que sus ojos veían, no era más que alguna especie de alucinación.