Parte 10

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Pensó en subir al campanario, pero ese lugar sería el primero en ser revisado. Y realmente no le había dedicado el tiempo necesario al resto del terreno. No iría al huerto, pues si no lo hallaba en la torre, lo encontraría entre los árboles frutales. Decidió aventurarse más lejos y abordar alguno de los otros edificios disponibles.

Todo aquel sitio se sumergía en la aterradora e hipnótica obscuridad, por lo que Jason no tenía opciones verdaderamente factibles para huir. No reconocía el camino y eso lo enardeció enormemente. ¿Dónde había quedado todo ese entrenamiento? El hombre de la máscara tenía razón; Jason se había vuelto frustradamente débil.

Se concentró en avanzar más allá del huerto atravesando la propiedad lenta y cuidadosamente. Debía estar alerta y no acercarse a los sepulcrales límites, pues no necesitaba una descarga dolorosa.

Se encaminó profundamente hasta llegar al otro lado de los árboles. No veía nada, la noche lo cubría todo y eso lo exasperaba agrietando su paciencia. Era diferente en la ciudad, al menos las luces artificiales le mostraban los senderos, pero ahí, al aire libre, con solo las estrellas "iluminándolo" y la brisa lastimándolo con sus recordatorios a su soledad, no le era suficiente.

La tibia luz de la linterna le mostraba sólo unos metros por delante de sus dudosos pies. Muy pronto se halló en campo abierto. Lo único que le pudo ayudar en esos instantes fue recurrir a aquel recuerdo del paisaje sobre la torre. En la pacífica imagen se mostraban los antiguos techos de las edificaciones. Recordó más o menos su ubicación y se decidió por el más próximo a su localización. Calculó la distancia y retomó su destino.

Tardó un poco en toparse con una desquebrajada pared.

-¡Jason! –Escuchó a la distancia-.

Se había tomado más tiempo de lo que tenía. No lo reflexionó dos veces. Buscó la entrada al edificio y se apresuró a allanar para encontrar un escondite. Una especie de patio lo recibió, o eso parecía, pues su mísera linterna no le ofrecía una vista segura.

-¿Qué es esto? –Se preguntó avanzando lentamente-. No parece el granero...

-Jason... -Volvió a escuchar, ahora más cerca-.

Se arriesgó a adentrarse en la estructura mayor. El sendero no se hallaba del todo libre, así que debió prestar atención a sus pasos. Levantó la lámpara queriendo toparse con alguna salida, una habitación, algo que pudiera darle abrigo, pues si iba a pasar la noche en aquel lugar, debía asegurarse de no sucumbir a las bajas temperaturas.

La luz le mostró prontamente unas escaleras. Se acercó sigilosamente a los peldaños, a primera vista en mal estado. Alumbró a la parte superior, un hueco le señalaba las piezas del piso de arriba. Eligió subir.

Colocó sus pies paulatinamente sobre las escaleras, sin embargo, no perdía de vista ni el barandal ni la distancia que iba creando con la altura. Los rechinidos molestos y el polvo abundante le exponían su clandestinidad.

-¡Jason! ¡Vuelve! –El hombre le llamó-. ¡Debes estar de broma! ¡No puedes pasar la noche afuera, está haciendo mucho frio! ¡Si es por lo que te dije, está bien, me retracto! ¡No te tocaré, pero debes volver! ¡Jason!

Hizo caso omiso. Ya no se detuvo al ascender. Oyó su voz más cerca, por lo que apagó la lámpara tentando el camino a ciegas.

-¡Jason! –Apeló nuevamente, pero esta vez se escuchó en la planta baja-. ¡Está bien, lo admito, no debí presionarte, pero ya no aguanto más tenerte tan cerca y no tocarte! ¡Y no quiero que te pase nada malo, por lo que prometo que, al menos por hoy, no te pondré una mano encima, así que sal y ven conmigo! ¡Jason!

Kidnapper Peach [TimJay]Where stories live. Discover now