Parte 7

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Horas pasaron luego de ese soluble intento por escapar. El enmascarado le otorgó todo ese tiempo para que se calmara y dejara de llorar. Jason percibía su cuerpo cansado, asfixiado, sucio, despreciable; él se miraba como el desecho más grande de la existencia. Quería volver a dormir, pero su cuidador lo miraba absorto en su deplorable imagen, incluso le dio vergüenza que aquel hombre lo mirara; se sentía tan miserable que ni siquiera se creía merecedor de su atención.

Cerró sus ojos ocultando su cara entre las almohadas. Sus reflexiones le recordaban lo solo que estaba, lo abandonado que ahora se encontraba, lo desgraciadamente bajo e indigno que había caído. Ya nada más podía perder.

La sensación alrededor de su débil cuerpo le hacía rememorar aquel sueño recurrente donde el suelo siempre se rompía tragándolo al instante. Jason pedía ayuda, pero no existía alma que acudiera a sus gritos. Esa presión en su estómago comenzaba a invadirlo causándole verdadero terror, sin embargo, justo en el momento de perderse en la pesadilla, la tibieza de una mano sujetó su pie. El renegado se levantó alarmado observando el extremo de la cama. Su captor era quien sostenía forzadamente su tobillo.

-¿Qué haces? –Jason demandó preocupado-.

-Te dije que te vistieras... -Le respondió colocándole un zapato-.

-No me toques... Ya no me toques... -Dijo intentando recuperar su pierna-.

-El día aún no termina... Te dije que te tenía una sorpresa, por eso te pedí que te cambiaras, pero sólo has estado llorando...

-¡Déjame! –Reclamó luchando-.

-¡Está bien!, no te cambies si no quieres, pero al menos ponte zapatos y una chaqueta...

-¡Dije que no me tocaras! –Ordenó pateando-.

Patada que fue desviada y utilizada en su contra, pues aquel hombre lo volvió a sujetar, calzándolo con el zapato que faltaba.

-¡Ya basta, Jason! –Exigió subiendo a la cama y tomando de la ropa el ojiturquesa-.

Jason se asustó de pronto, pero no bajó la guardia.

-Vamos a dar un paseo, así que ya levántate... -Le indicó riñendo, tirando de su camisa, obligándolo a renunciar a las sábanas-.

-¡No! ¡Suéltame! –Forcejeó rechinando los dientes-.

-No tienes opción... -El tipo afirmó mostrándole el pequeño control, recordándole el poder que podía ejercer sobre él-.

Jason cambió instantáneamente su semblante. Bajó su rostro acompañado por sus brazos y sus ganas de resistirse. Se dejó guiar por el sujeto, quien lo llevó hasta la puerta sacando la chaqueta de una bolsa y extendiéndola para que el renegado se la colocara encima.

El muchacho aceptó retrayendo su mirada.

-¿Me mostrarás el lugar donde me enterrarás? –Jason demandó burlona y nerviosamente-.

-¿Qué? No digas tonterías.

-¿Acaso no es verdad? –Refutó atendiendo la ayuda del hombre para vestir la prenda-. ¿No me matarás?

El sujeto se mofó descaradamente. Soltó la chaqueta, dejando a Jason para que terminara de abrigarse. Se paró enfrente. El antifaz le cubría la mirada, pero le hacía relucir su sonrisa. Jason se sintió un poco estúpido al mirar la talla real de su secuestrador. Por algunos centímetros, el renegado era más alto que él. Se preguntó cómo pudo dejarse secuestrar por alguien que no parecía muy fuerte. Luego aquel hombre levantó sus manos queriendo alcanzar el rostro de Jason quien entonces se respondió a sí mismo dándose cuenta del control entre sus dedos.

Kidnapper Peach [TimJay]Where stories live. Discover now