Kidnapper Peach [TimJay]

Parte 29

Su caricia les permitió saciar los más primarios placeres. Aquel beso paulatinamente devino más exigente y más penetrante. La línea que separaba a los involucrados no era fácil de vislumbrar. Ambos se fundieron entre sus labios, jugueteando, complaciéndose, recibiendo mimos, atenciones, atreviéndose a ir más allá de la piel que se comportaba como el último bloqueo.

Los dos se pausaban brevemente sólo para respirar, pero inmediatamente volvían a tragarse el uno al otro.

-Jason... -El sujeto murmuró separándose un poco, cambiando la boca hinchada de Jason por su mejilla, provocándole un jadeo que mostraba ansiedad-. Jason... -Repitió avanzando hacia el sonrojado cartílago de su oreja, deslizándose sobre el cuello acalorado y terminando sobre el hombro que pronto empezó a ser despojado de la bata clínica-.

Jason suspiraba alterado, percibiendo los escalofríos que aquellos besos y mordidas le imprimían. Sin querer, gimió tenuemente en cuanto sintió que el tipo lo besaba en el pecho. El estremecimiento fue incluso más fuerte al recibirlo sobre su cuerpo desnudo, pues el tipo ya le había arrancado parcialmente aquel ridículo intento de protección textil. No podía desvestirse a plenitud debido al cabestrillo, pero eso no le estorbó al sujeto que ya invadía las zonas sensibles del pecho de Jason.

-Tan lindo... -Susurró el hombre llevando a su boca las muestras rosadas del renegado-.

La sensación invasiva fue demasiada. Jason se sobresaltó advirtiendo la descarga cosquilleante. Sus jadeos aumentaron hasta hacerlo sofocar.

-N-no... espera... -Anunció Jason consecuentemente a las caricias que dejaron de ser tiernas deviniendo algo bruscas y agudas-.

-Jason... -Pronunció mordiendo su pecho, obteniendo una queja clara que enunciaba el dolor provocado-.

-Espera... -Enfatizó Jason posando su brazo indemne en el hombro del sujeto, intentando empujarlo para que alejara la lengua de su piel-.

Pero el hombre dejó de atenderlo. Sólo balbuceaba su nombre mientras se ensañaba con él y sus ya adoloridos pezones.

-N-no... de-detente... -Repitió esforzándose por empujar al tipo, pero al contrario, el hombre fue quien terminó derribándolo sobre la camilla, atrapando su mano sobre su cabeza y besándolo fuerte y violento-.

Jason se asustó de inmediato. El rumbo de ese encuentro cambió tan súbito que se obligó a iniciar un forcejeo para evitarse el dolor que aquel hombre le causaba con su arrebato.

-¡No! ¡¿Qué haces?! –Exclamó apenas liberó su boca-. ¡No! ¡Suéltame! –Ordenó ofuscado, expulsando miedo y enojo con su voz temblorosa-. ¡¿Qué demonios haces?! –Exigió abriendo sus ojos, inevitablemente teniendo frente a sí la identidad de aquel hombre-. ¡No, tú! –Exclamó horrorizándose y pasmándose instantáneamente-.

-Hola... -Saludó aquel ente proyectando la más siniestra de las voces-.

-¡Dick! –Exclamó Jason aterrado-.

Y esa imagen fue lo suficientemente espeluznante como para hacerlo despertar.

Abrió los ojos sofocado, percibiendo frío a su alrededor y sintiendo su corazón tan acelerado que pareciera se saldría de su pecho.

-¿Un... un sueño? –Se inquirió Jason mientras respiraba intentando calmarse-. Demonios... ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué soñé con ese imbécil? –Se inquirió lamentándose, aún agitado, pero más consciente de que sólo se trató de un mal sueño-.

Inercialmente, se llevó la mano al rostro para limpiarse el sudor recurrente de su frente. Eso le permitió enfocar más allá de su nariz; lo que le concedió una vista de aquel lugar ya por demás conocido.