Parte 31

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-No quiero que nada te pase... Yo sólo quiero protegerte, Jason... -Anunció Tim apenas finiquitó su beso-. Y lo haré pese a tu necedad infantil. –Le acotó alejándose un poco, pero conservando el agarre seguro y fijo sobre su cintura-.

-¿Pro-protegerme...? –Repitió Jason abriendo sus ojos, aunque sumamente idiotizado por ese último acercamiento sorpresivo y también por esa sujeción íntima y esa actitud asertiva e inquebrantable que el sujeto mostró inesperadamente-.

-Sí. Yo te protegeré de todo y de todos; así que no te preocupes...

Entonces sucedió; Jason se quedó sin palabras. Enmudeció escuchando todo lo que salía de aquella boca que recién había sentido sobre sí y concibiendo aquella atadura cálida que lo invitaba a realmente sentirse seguro.

-Jason... -Llamó soltando la mano del nombrado para buscar el arma-. Hay un intruso en la propiedad... -Soltó estoico, breve, sin inferencias y directo, perfilándose para apuntar con el arma a los densos arbustos frente a ellos, todo sin desajustar o disminuir el agarre que cargaba con la cintura del muchacho, quien retomaba su rubor y su ritmo cardiaco fuera de control-. Pero no te preocupes... Yo te protegeré... Lo juro... -Anunció enfatizando en la penúltima frase-.

Jason balbuceó algo incomprensible, sin embargo, al caer en cuenta de la confesión primaria del enmascarado, toda su sangre elevada descendió fríamente hasta sus pies.

-¡¿Qué?! ¡¿Un intruso?! –Repitió fijándose en la misma dirección que Timothy señalaba con el cañón-.

-Tranquilo. No dejaré que nadie te ponga una mano encima. No temas. –Acuñó Timothy fervientemente, afianzándose a su abrazo-.

-¿Qu-qué...? –Pronunció Jason inaudito de lo que realmente pasaba-. Pe... -Deseó hablar, pero cierto traqueteó entre las yerbas atrajo su atención-.

Entonces, ambos posicionaron sus ojos en lo que sea que fuese a aparecer del otro lado de la maleza. Timothy mantuvo su posición igual de firme y decidido, mientras Jason devenía algo dudoso, incluso expectante o nervioso, tanto, que su mano sujetó aprensiva e inconscientemente las ropas de su captor.

Tim percibió aquel gesto. Sólo hasta ese punto, temió por el resultado de aquella visita impensada. No deseaba ni necesitaba que Jason saliera herido o afectado por el intruso. En ningún otro momento se tomó tan en serio su papel como guardián y protector del renegado como en esos precisos instantes.

Ambos mantuvieron la respiración. Jason ya no se movió, pero no dejó de recargar inconscientemente su peso sobre Timothy, quien se postulaba inerte con el arma al frente, quizá sudando y rechinando los dientes en búsqueda de una válvula de escape a sus crecientes nervios.

Entonces, los arbustos volvieron a agitarse y de pronto, un aullido se desató a la par de una bestia que arremetió contra ellos en cuanto se mostró libre de las plantas.

-¡Demonios! –Exclamó Timothy accionando el gatillo-.

-¡NOOOOO! –Gritó Jason abrupta e inmediatamente, acompañando su reclamo con un empujón violento para apartar a Tim y hacerlo fallar su disparo-.

El movimiento provocó que Timothy lo soltara llevándolo consecuentemente al suelo; y aunque Jason se quejó por el golpe, velozmente fue callado por la voz de Tim que advertía un ataque sobre su protegido.

Sin embargo, el muchacho de la máscara debió detenerse y repensar su nuevo intento de ataque; pues aunque conservaba su arma todavía en alto, aquel empujón de Jason lo hizo recalcular sus movimientos y sus decisiones.

Apenas se tomó unos segundos para observar a la bestia que los había sorprendido, se dio cuenta que semejante animal violento no era más que un perro de caza de orejas largas y patas musculosas, pero sin duda alguna, muy juguetón, amigable y bastante tosco.

Kidnapper Peach [TimJay]Where stories live. Discover now