Kidnapper Peach [TimJay]

Parte 26

Entraron en aquel lugar clandestino y sombrío. Obscuro en su ambiente no sólo por su decorado de luces tenues y enfermizas, sino por su naturaleza escondida y sutil entre todos aquellos establecimientos de mala muerte que se erigían por todas las zonas peligrosas y rojas de Ciudad Gótica. El sitio era un agujero escandaloso y caótico, atiborrado de sexo comprado, consumo de sustancias hipnóticas y bebidas relajantes. El ambiente enrarecido por el humo y el olor a alcohol le otorgaban el toque perfecto al desagradable lugar mientras escondía las decenas de identidades ahí revoloteando y consumiendo.

Evidentemente, dichas identidades no eran del completo interés para Jason y Richard, no al menos la mayoría en todo caso, pues si visitaban esos parajes, era para un propósito en particular.

Para ambos muchachos, esos lares no eran insospechados ni desconocidos. Los conocían de sobra ya sea por voluntad o necesidad. En el primer caso, porque así les dictaba su curiosidad normal hasta cierto punto, y en el segundo término, porque había veces en los que sus casos los guiaban hasta esos cuadrantes de la ciudad.

Cuando se trataba de una investigación, los vigilantes se movían bajo esas aguas y ahí construían sus pesquisas sin recato o prejuicio. Se introducían y trataban de no llamar mucho la atención, mucho más si asistían de incognitos. Justo como esa noche.

No era raro para ellos el inmiscuirse entre esas líneas ilegales y alejadas de las leyes de la ciudad y de la moral. Ellos lo veían como otra noche de rutina. Perseguían pistas que los llevaran a la resolución del caso en turno. Con esa premisa, las dos avecillas se vieron inspiradas para internarse sin retardo en esas moradas malolientes.

Esa velada en particular, ambos muchachos seguían la huella de unos distribuidores de estupefacientes. Esa noche se encontrarían con algunos informantes y si todo salía bien, su próxima parada sería la guarida del responsable del caso.

Sus atuendos como civiles los mezclaban bastante bien, así que se concentraron sólo en entrar y pasar de largo hacia la barra.

Inmediatamente después de ocupar un espacio entre los ebrios, Dick pidió al cantinero que le sirviera a su acompañante lo más fuerte que tuviera. Jason sonrió a medias. Quiso negarse al trago, pues no quería beber solo, pero en vista de quien se lo invitaba, creyó mejor admitir el gesto y agradecerlo con su mueca obligatoria.

-Espérame aquí. No tardo. –Informó Richard al dar media vuelta y partir entre la gente-.

Jason obedeció sin más. Se dedicó entonces a disfrutar su trago. Ahí aguardó pensando y analizando la naturaleza del caso. Aunque tampoco lo negaría, por intervalos, el muchacho también pensaba en la extrañeza de ese trabajo en equipo, pues esa ocasión era sumamente rara entre Dick y él.

No es que antes no hubieran trabajado juntos en algún asunto, pero desde que comenzaron a salir, sus encuentros se limitaban a pasar el tiempo en la habitación de Dick, o en el almuerzo, o en alguna comida programada, incluso en visitas esporádicas durante la vigilancia, pero no durante un acuerdo que los invitara a participar en conjunto.

En el pasado, cuando los dos se reunían para resolver alguno de los casos, era casi siempre resultado de las circunstancias y no había una complicidad como tal.

Realidad contraria en esos momentos, donde Dick claramente y sin dudar, se le acercó a Jason para pedirle ayuda con esa investigación. "Por favor, acompáñame." Recordó a Richard decir. "Te necesito ahí, es muy importante." Acotaba Dick en sus recuerdos.

Por supuesto, Jason no podía ni quería negarse. Si su amor le estaba pidiendo ayuda, lo menos que podía hacer era prestarle todo su ser para asistirlo. De cualquier forma, Jason pensó que sería divertido aprovechar esa salida para que ambos pasaran juntos algo de tiempo; por lo menos fuera de los parajes de la mansión o de su corta rutina.