Timothy lo estaba pensando demasiado. La noche anterior no había dormido nada. Luego de aquel repentino beso que Jason le dio, realmente no pudo conciliar el sueño.
Ambos cenaron sin más conversaciones profundas. Tim le describía al renegado cómo había encontrado el vergel y toda la faena que realizó durante el día; se esforzaba por no decir algo que infiriera la relativa incomodidad que se extraía en el ambiente; aun así, el menor se acomidió a hacerle a Jason más amena aquella noche; incluso le preparó un café acompañando un trozo de panqué y se esperó a que el mayor lo terminara para luego verlo retirarse a la cama.
Timothy se acostó en el sofá luego de recoger la mesa y limpiar minuciosamente la cocina. Mientras lo hacía y se preparaba para dormir, el muchacho traía a su mente una y otra vez aquella muestra significativa y fuera de sí. Se preguntaba las razones reales que impulsaron a Jason a besarlo. Pero entre más lo pensaba, más cuenta se daba del círculo vicioso que peligrosamente acechaba a Jason y amenazaba con encerrarlo nuevamente. Por supuesto, tampoco dejaba de lado el tema de la destrozada autoestima que el ojiturquesa poseía. En su opinión, ése era el mortal punto de partida que más lo preocupaba, pues si Jason no comenzaba a sanar ese aspecto, Tim corría el riesgo de ver cómo el renegado transformaba todo el cariño que tenía para darle, en una mala interpretación de amor; uno que lo haría pensar que debía sufrir y llorar a cambio de un poco de afecto.
-¡No, no, no, no, no! –Murmuró Tim entre dientes, girándose para cambiar la postura en su lecho-.
Pateando las sábanas, se descubrió sentándose. Refunfuñó mientras pensaba en lo delicado del comportamiento de Jason. Suspiró reflexionando en miles de soluciones que lo ayudaran a quererse y a respetarse para que en un futuro no tuviera que lidiar con seres como Richard. De sólo pensar en ello, de verdad se sintió en aprietos.
El sueño no llegaría, y menos con sus cavilaciones tan severas que no llegaban a nada. Optó mejor por abandonar su lecho y refugiarse en la cocina tras una taza de café.
Desde el solitario comedor, no despegaba su intranquila vista de Jason. Lo veía dormir apaciblemente, hecho que de algún modo le dio pequeñas dosis de alegría, pues supo inmediatamente que el renegado finalmente, se daba un respiro para descansar. Se deleitó un poco más antes de beber de su taza y retomar sus reflexiones.
Así transcurrió el resto de la madrugada. No se despegó de aquel asiento y no mesuró su consumo de café. Para entonces, sus reflexiones continuaban sin debidamente darle una decisión apropiada y la mañana ya lo había alcanzado. Su estómago comenzó a hacerle ruidos, por lo que se levantó pausando sus pensamientos.
-No viviré sólo de café... -Musitó estirándose, bostezando mientras se dejaba caer en la cocina-.
"Debo ser mucho más cuidadoso con ese tema, y más si quiero que nuestra relación se construya de manera sana." Se decía en tanto se hacía con algo de comida para llevarse a la boca. "Sí, eso suena muy hipócrita de mi parte, especialmente después de todas las cosas que le hice, pero ahora..."
-Juro que ya entendí... -Musitó descolgando una sartén-.
"Lo más importante ahora es que Jason sonría y sea feliz, pero para eso, él debe entender que no necesita de Richard, ni de mí o de cualquier otro para serlo..."
-Bien... ése es mi objetivo, pero ¿cómo le hago...? –Se inquirió mientras buscaba algo en el refrigerador-.
"Debo hacerle entender que en él hay mucho más que sólo un cuerpo bonito y que hay mucho más en una relación que sólo sexo y abuso. Por supuesto que quiero tocarlo y acariciarlo, pero si primero no saco esa idea de su cabeza, él va a malinterpretar todo."
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Kidnapper Peach [TimJay]
Fanfiction¿Dónde está la línea entre amor y obsesión? Es una pregunta que Jason se hace todos los días desde que fue secuestrado y confinado a una celda edénica. Su captor lo consiente, lo alimenta, lo baña y lo atiende, pero no siempre a cambio de nada, sin...