Capítulo 17

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-¿Sucede algo?-pregunta mi compañero de mesa.

-No, solo aguarda un minuto en lo que contesto.

Regreso mi mirada al teléfono, y releo el mensaje de Mike. Intento hallar una buena excusa para impedirle que venga, pero es inútil.

Para: Mike

"Hola Mike, estoy bien, gracias por preguntar. Discúlpame pero en este momento me es imposible ir a la cafetería, hablamos en la tarde, un beso."

Ya luego pensaré que inventar. Porque eso soy ahora, esta vida es un invento.

-Insisto, si ha pasado algo grave puedes contarme...-me hace volver en sí.

-No, no es nada, gracias. Y quisiera agradecerte también la invitación, ha sido muy amable de tu parte, pero debo entrar a mi clase de biología, nos vemos luego.

-¡Emma!-exclama Liam, evitando que me levante.

-¿Si?-respondo.

-Gracias a ti, por acompañarme.

Le sonrío a modo de aceptación, y me retiro del lugar. No quiero pensar siquiera en que venga Mike y me encuentre aquí. Sé que soy Emma y jamás lograría reconocerme, pero no quiero registrar a una persona más en la lista de engañados, y mucho menos a él, con lo bien que se ha portado conmigo.

Siento vibrar mi cartera y la abro en un santiamén buscando mi celular.

De: Mike.

"Es una lástima, porque quería anunciarte que hoy no hay clases."

De pronto cae otro mensaje, nuevamente de él.

De: Mike.

"En realidad esa solo era la excusa que tenía para verte. No quiero resultar molesto, pero si tienes tiempo libre y quieres, te espero en el centro comercial a las 5pm. Me alegraría mucho el día verte."

Inmediatamente presiono el botón de respuesta.

Para: Mike.

"No lo eres para nada, tranquilo. Allí estaré.

P.D: ¡Que no haya clases es la mejor noticia que he recibido en el día! Estoy realmente agotada..."

Realmente lo es. Esto de ir dos veces por día al colegio es muy agotador, y es uno de los tantos sacrificios que tengo que realizar por este tonto deseo que he pedido.

A las 5pm...

Me encuentro en el centro comercial, buscando a Mike en el lugar donde quedamos por la mañana, aunque me cuesta bastante ubicarlo. Me extraña que no haya venido, no parece ser de esas personas que dejan plantadas a otras sin avisar al menos.

Justo cuando estoy a punto de irme, lo veo acercarse, y vamos, ¿cómo podría haberlo reconocido si lleva puesto un gorro naranja enorme que tapa todo su rostro? Eso hace que ría, y me olvide por un momento de todos mis problemas. Eso es lo que siempre consigue Mike; hacerme sentir alegre aunque no tenga motivos para estarlo.

-Dime que no has venido todo el camino con eso en la cabeza-le pido.

-¿No te gusta?-pregunta al tiempo que me saluda.

-Ya veo que si lo has hecho.

-¿Quieres ir a la plaza de comidas, o prefieres caminar por las tiendas?

-La verdad es que me muero de hambre, si no te molesta preferiría ir por algo de comida-digo sincera.

-Pues vamos.

Quiero ser otraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora