Ruby siguió caminando hacia el norte. Sabía que había sido culpable por la muerte del profesor Birch, aunque no hubiera testigos, y que podría ir a prisión si lo pillaban. Estaba decidido, desde ese momento tomaría el papel de un criminal, y supondría que a ojos de todos él sería un criminal. No había otra forma de verlo. Después de todo, la decisión que había tomado mientras ese Zigzagoon destrozaba el rostro del profesor lo llevaría a ser uno de los más buscados, si todo salía bien.
De pronto reparó en unos pasos que lo seguían, se giró, pero no vio nada. Siguió caminando, pero los pasos volvieron a sonar a su espalda. Se detuvo en seco.
—Torchic ¿Cierto?— se giró, encontrándose con una niñita de patas cortas y plumas de un rojo vivo— Eres muy linda ¿Qué hace una niña como tú siguiendo a un tipo como yo en el bosque?
—Soy un niño— le corrigió Torchic.
—¡Ah, lo siento!
Ambos se quedaron en silencio por un momento.
—¿Me vas a responder?
—¡Ah, disculpa! Es que... quería... quería preguntarte una cosa.
—Dime
—¿Por qué nos liberaste?— inquirió el Torchic
—¿Ah?
—¿Por qué nos liberaste?
—Sí, si entendí la primera vez— puso sus manos en la cintura y comenzó a pensar— Veamos ¿Por qué lo hice? Porque ese tipo me caía mal.
—¿Qué? ¿Solo por eso?
—Sí.
—Pero nadie libera a sus pokemon ¿Por qué tú lo hiciste?
Ruby se agachó.
—¿Qué edad tienes, pequeño Torchic?
—Diez años, señor.
—¿Has vivido toda tu vida en un laboratorio?
—Sí, más o menos. Desde que tengo memoria, señor.
—¿Y no quieres ir y vivir por tu cuenta? ¿No quieres explorar el mundo?
Torchic lo miró con una expresión triste que lo tomó desprevenido.
—Si me marcho, alguien más me capturará, señor.
—Claro, no pensé en eso.
—Pero no me has respondido ¿Por qué nos liberaste? ¿Por qué no ayudaste al profesor Birch?
—¿Te acuerdas que les dije que había tomado una decisión?
Torchic asintió. Ruby caminó hasta un árbol, y ahí se sentó, indicando que su respuesta sería larga.
—Mi madre murió atacada por un pokemon salvaje, tal y como pasó con ese tipo— la cara de Torchic palideció, pero Ruby le restó importancia— Tranquilo, cuando te haces mayor aprendes a aceptar todo eso. En fin, por mucho tiempo odié a los pokemon, más o menos desde que tenía tu edad, pero hace poco, cuando empacaba mis cosas para mudarnos con mi papá, encontré un libro de mi madre, un diario secreto. Revisé ese diario, y me di cuenta que ella había sido una activista que había luchado en contra de la esclavitud pokemon, y a favor de tratarlos como iguales.
—¡¿Qué?!
—Suena hilarante ¿No? Pero para ella no era nada raro, era su sueño. Ella siempre quiso un mundo donde humanos y pokemon vivieran en igualdad, sin peleas, sino compitiendo en deportes y trabajando codo con codo para vivir tranquilos. Después de leer sus diarios, no pude más que avergonzarme de mí mismo. Fue por eso que al ver al profesor tomé una decisión muy drástica: Voy a derrotar a todos los líderes de gimnasio, y luego al alto mando de Hoenn, y me convertiré en el campeón pokemon para liberar a todos los pokemon.
—¡¿Qué?!— exclamó Torchic de nuevo— ¿Y cómo planeas hacerlo?
—Aún no lo sé. Tengo que estudiar a mis enemigos primero.
—¿No necesitarás pokemon muy fuertes para hacerlo?
—Ahí está el truco. Podría requerir la ayuda de algún pokemon, pero la gracia no es ir y pelear con ellos de la forma que ellos quieran. Si voy a derrocarlos, quiero dejar en claro que no será bajo sus reglas, sino bajo las mías.
—¿Y cómo lo harás sin pokemon?
Ruby miró en todas direcciones, y luego se encogió de hombros.
—¿O sea que no tienes idea?
—Ya se me ocurrirá algo, pero voluntad me sobra. Si quieren detenerme, tendrán que matarme y asegurarse que estoy bien muerto.
Torchic se cayó de poto, impresionado con las palabras de ese tipo.
—Quiero ir contigo— le dijo al fin.
—¿Qué?
—Déjame ir contigo. Quiero ir y liberar a los pokemon, también. Y quiero ver el mundo.
—¿Estás seguro? Mi pelea será muy difícil y larga.
—Entonces me entrenarás, y me haré fuerte para asegurarme que seas el campeón. Déjame ir contigo.
Ruby sonrió, conmovido.
—Como quieras, pequeño valiente— le acarició la cabeza con una mano— ¿Cuál es tu nombre?
—Torchic, señor.
—¿Y de qué especie eres?
—De los Torchic, señor.
—¿O sea que nadie te puso un nombre verdadero?
—Torchic me parece bien, señor. Todos me llamaban así en el laboratorio.
Ruby suspiró.
—A ver. Eres un tipo fuego ¿No? El fuego produce humo, y además puedo ver que tienes un alma bien candente, así que... te llamaré Smoky. Mr. Smoky.
Smoky se descolocó, pero de inmediato sonrió.
—¡Smoky!
—/—/—/—/—0—\—\—\—\—
KTTR: ¿Cuál es su starter favorito? No solo de Hoenn, sino que de todo pokemon
—/—/—/—/—0—\—\—\—\—
Ruby, humano rebelde
—Peso: 65 kg
—Altura: 1,72 m
Curiosidades:
—Le gusta entrar a las casas ajenas sin permiso
—Usa un gorro blanco que todos creen que es su pelo.
Equipo de Ruby:
1._ Torchic: Mr. Smoky. Naturaleza Gentil
ESTÁS LEYENDO
Esclavos de Hoenn
Fanfic*AU donde los pokemon tienen forma humanoide y pueden hablar. Al momento de mudarse, Ruby cree que los pokemon no deberían tener que hacer lo que sus amos humanos les dicen, así que decide cambiarlo. Esta es una versión alternativa de los eventos en...