|| Mudo: Litcko : FINALIZADO : ✅ ||

🌻 [29] 🌻

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Ante la retirada de Spallatti, Martina cerró rápidamente la puerta de un fuerte golpe, pareciendo estar bastante malhumorada por tener que lidiar con el "bobo" de Matías y sus molestas insistencias de querer ver a su hermano. Quién curiosamente bajo al cabo de tres minutos de que aquello sucediera, no estando dormido como ella le aseguraba con tanta convicción al contrario.

-«¿Que paso? ¿Por qué cerraste así la puerta?» - aquel le consulta de inmediato y con cierta curiosidad, por saber lo que había sucedido para que su hermana hubiera hecho aquello, lo cual fue capaz de llamar su atención.

-Por nada en especial, solo era una persona molestando, de esos vendedores de casa en casa... - la mayor responde o más bien le miente a su hermano, quien solo la observa con mucho detenimiento. -¿Qué pasa? ¿Por qué me ves así? - inquiere, intuyendo que su hermano necesitaba algo de ella.

-«Tina, necesito de tu ayuda.» - el ojiverde la llama por el sobrenombre que siempre le decía cuando se metía en problemas.

-¿Para qué o qué? - aquella consulta, ya teniendo una idea de lo que el menor le iba a decir.

-«No encuentro mi celular y tampoco a Sativa.» - es lo que el morocho responde con nerviosismo, porque era más que seguro que Martina lo iba a retar por ser tan descuidado. Tragándose de esa manera su gran orgullo, porque hasta el momento no le había dirigido la palabra a la contraria, pero la situación lo ameritaba, demasiado a decir verdad. -«Aunque me preocupa más Sativa, porque tengo miedo de que se haya salido de la casa.» - comenta con timidez. -«Así que... ¿La podés llamar, para que yo pueda buscar mi teléfono?» - sugiere, esperando una buena cooperación por parte de su hermana, pero estaba muy equivocado con lo que se pudo haber imaginado.

-Shhh, sos el colmo Mauro. - es lo primero que sale de la boca de la mayor. -Pareces un nenito que no sabe cuidar de sus cosas. - agrega, haciendo que el ojiverde baje la cabeza. -Pero pobre de vos si esa gata se salió, porque sabes perfectamente que hay vecinos, que no les gustan los animales y son capaces de darles veneno para que no los molesten más. - indica, haciendo que Mauro suelte un ligero chillido de preocupación, sacando al mismo tiempo su celular para marcarle al teléfono perteneciente de su hermano. -Tu teléfono suena, pero no sé escucha nada. - comenta.

Luego de haber marcado un par de veces y quedarse en silencio, porque Mauro no podía hacer el mayor ruido posible, y estaba demás decir, que solo se encontraban ellos dos en casa.