|| Mudo: Litcko : FINALIZADO : ✅ ||

🌻 [17] 🌻

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-No, no, no. - Matías negó con incredulidad todo lo que había escuchado. -Esto tiene que ser una broma. - se quejo más que alterado.

-¿Acaso ve me con cara de que esto sea una broma? - el contrario le cuestiono serio. -Además ya le dije que esto fue una decisión de la directora, no mía. - argumento. -Y si tiene algún problema, le recomiendo ir hablar con ella, porque yo solo sigo órdenes. - indicó, segundos antes de que la campana sonará, siendo el final de la jordana. -Muy bien, pueden irse. - informó, mientras tomaba sus cosas, acción que fue imitada por varios. -Y Spallatti. - llamo al ojicafe quien no parecía salir del shock en el que estaba. -Tome esto como una oportunidad de mejorar en mi asignatura y con la mala relación que tiene con Lombardo. - comentó, queriendo reconfortar al morocho, quien no pareció tomar a bien sus palabras, pero se contuvo de no decirle nada.

-Esto no se puede quedar así. - Matías murmuró, tomando a la velocidad de la luz sus cosas y así correr hacia la dirección para arreglar todo este maldito asunto, que definitivamente iba a acabar con la poca paciencia que aún mantenía dentro de él.

-Pobre. - Valentín se lamentó por la situación de Ignacio. -Si antes se sentía mal, ahora está peor. - murmuró por lo bajo.

-Solo esperemos que pueda librarse de esto. - Ribba dijo, queriendo ignorar lo último que Oliva había dicho, para que Monzón no le prestará atención a ello. -Pero vamos a ver como le va. - sugirió.

Empezando a caminar en la misma dirección que Matías había tomado, junto con Valentín. Seguidos muy de cerca por el ojiverde, quien se sentía un tanto preocupado por lo que fuera a pasarle a Matías y de las posibles repercusiones que ciertos hechos podían traerles a ambos.

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-Quiero hablar con la directora. - un jadeante y cansado Matías dijo rápidamente. Una vez que llegó a la dirección, teniendo que detenerse con la secretaria, para saber si la directora aún se encontraba o si ya se había retirado.

-Esta bien. - la contraria dijo más que confundida por el extraño comportamiento del morocho, pero prefirió no preguntar nada. -Ella aún está en la dirección, se encuentra sola, pero toca antes de entrar. - indicó, siendo suficiente para que el ojicafe se dirigiera a donde se le había dicho, tocando en repetidas ocasiones la puerta hasta que la directora le diera permiso de entrar.

-Buenas tardes. - le saludo antes que nada, mientras entraba.

-Ouh, buenas tardes Matías. - ella dijo con una sonrisa en el rostro. -¿Qué sucede? - cuestionó, aunque sabía perfectamente lo que lo traía hasta ahí.