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-¿Matías? ¿Todo está bien por aquí? - Silvia consulta, habiendo sido atraída a la habitación de su hijo, ante el fuerte gritó que este mismo dió hace unos cuantos minutos atrás.
Encontrándose con aquel tirado boca abajo en la cama, con una almohada encima de su cabeza y sollozando de manera baja.
-Matias, cariño... ¿Qué es lo que te sucede? - cuestiona, no deteniendo las agallas para irse sin al menos preguntar lo que pasaba.
-Nada, no sucede nada. - Matías responde sin darle la cara a su madre. -Así que ándate que quiero estar solo. - pide, permaneciendo en la misma posición de antes.
-Pero Matías, ¿Cómo me vas a decir eso? - la otra inquiere, entrando lentamente a la habitación. -Si claramente te está pasando algo y es mi deber como madre ayudarte en todo lo que te moleste. - comenta, pero sus palabras en lugar de ser bien tomadas por el menor, terminan siendo todo lo contrario.
-¡QUE TE VAYAS TE ESTOY DICIÉNDO! - Matías grita con todas sus fuerzas, dándole la casa por fin a su madre.
Quien termina por ver sus ojos hinchados y rojos, su labio inferior temblando y su pecho subiendo y bajando con mucha rapidez, junto con varias lágrimas, que habían sido capaces de humedecer completamente sus mejillas.
-Matias... - Silvia murmura, no teniendo ni la más mínima idea del porque el antes mencionado se estaba comportando de esta manera.
-Q-quiero estar solo, quiero estar solo... - demanda, dándose la media vuelta, para ya no tener que ver a su madre.
La cual se mantiene dónde está por unos cuantos minutos, permaneciendo también en silencio, siendo los sollozos y lloriqueos por parte de Matías, lo único que se podía escuchar por toda la habitación.
-Voy a dejarte solo, pero volveré dentro de un rato... - ella índica, sintiendo demasiada pena por lo que pueda estarle pasando a su hijo. -Porque es más que evidente que algo te molesta, y que necesitamos hablar para que dejes de sentirte mal. - agrega, no recibiendo mayor respuesta.
La puerta de la habitación se terminó cerrando muy lentamente, dándole el espacio al morocho de suspirar de manera pesada, mientras contenía unas cuantas lágrimas más, las cuáles terminaron por salirse de sus ojos. Consiguiendo que volviera a buscar su cama, para tratar de ahogar lo que salía de su boca, mientras pensaba que todo lo referente a Monzón no había sido más que un simple sueño.
Un sueño que era más bien una maldita pesadilla, porque se negaba a creer que su amigo lo había rechazado de una manera tan horrible. Jugando y menospreciando lo que sentía en más de una forma posible, no siendo más que una simple burla a lo que realmente sentía por el ojiverde, en todo este tiempo atrás.
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Mientras tanto, Mauro había sido capaz de llegar a su habitación, después de que su respiración volviera a ser la misma de antes y que su vista, junto con todo lo demás volviera a como debería de estar, luego de que todo en él se hubiera disparado, cuando su ataque de ansiedad había empezado.
Pero aquel no se seguía sintiendo para nada bien, ya que su pecho aún le dolía demasiado y las lágrimas aún rodaban por sus mejillas. Ante la desesperación, de no saber en dónde diablos se encontraba Sativa y el paradero exacto de su teléfono.
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|| Mudo: Litcko : FINALIZADO : ✅ ||
Hayran Kurgu♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡ -"Che, mira allá viene el mudito." - ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡ ☆ Donde Matías y Mauro son mejores amigos pero el segundo es mudo ☆ ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡ ⚠️ ADVERTENCIAS ⚠️ ✓ Posibles errores or...