|| Mudo: Litcko : FINALIZADO : ✅ ||

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Mientras tanto, Mauro intentaba averiguar el porqué Matías se había comportado de esa manera con él y si había hecho algo que logró incomodarlo hasta tal punto de causar esa reacción en el contrario. Lo primero que pudo venirsele a la cabeza, fue que todo se debía a Damián y el incidente del centro comercial, que no estaba nada contento con que lo desobedeciera, terminando en una situación un tanto desesperante e incómoda para él.

Aunque eso no le parecía ser lo más grave, sino que LaFuente podría ser lo que en verdad lo estaba jodiendo, debido a que siempre se trató de ellos cuatro, incluyéndose a sí mismo, a Ribba y Oliva.

Y que viniera un fulano más a querer interactuar con él, sacaba de sus casillas al ojicafe, quien siempre se había comportado como una madre sobreprotectora con su persona a causa de su amistad y situación. Aunque está última no lo hacía un completo inútil que lo obligaba a requerir de ayuda todo el tiempo, como si necesitara de una constante supervisión, pero tratándose de Spallatti no podía esperar menos de él y de su sentido de protección.

Así que, con el problema ya planteado y un tanto despejado, comenzó a pensar que podría hacer para que las cosas se arreglaran entre ellos. Sus opciones eran un tanto variadas, la número uno de estas, era que podría disculparse por lo que pasó, prometiendole al mayor que intentaría meterse en menos problemas, a pesar de que esa fuese su naturaleza y que no siempre podía evitarla.

La segunda, dejar las cosas como estaban y esperar a que Matías diera el primer paso para la reconciliación, que admitiera que sus preocupaciones y miedos en esta ocasión habían sido un poco exagerados, que no lo dejaron pensar con exactitud en la situación, lo que desencadenó su comportamiento tosco e indiferente.

Y la tercera, no hacer nada y dejar que las cosas se resolvieran por sí solas, aunque eso no era una opción muy conveniente que se diga, porque se dejaba todo al destino y este no solía ser muy benevolente que se diga en ciertas ocasiones. Y claro que el morocho sabía perfectamente sobre eso, porque un lindo viaje familiar terminó en una gran tragedia, que le dejó varias secuelas de por vida.

Así que solo tenía dos opciones, porque definitivamente no iba a recurrir a la tercera y que su relación con Matías se fuera directamente a la mierda, por no poseer el valor necesario de "hablarle" de frente y resolver de esa manera sus problemas, para que siguieran siendo los mismos amigos de siempre.

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Ante esto, el ojiverde comenzó a pensar sobre lo que podría hacer y decirle a Spallatti, quien hasta el momento no lo había venido a buscar. Aunque solo pensó que seguía molesto con él y que no iba a dar el primer paso para que las cosas se arreglaran.