|| Mudo: Litcko : FINALIZADO : ✅ ||

🌻 [02] 🌻

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A la mañana siguiente Matías fue el primero en levantarse, bue tampoco exageremos, solo que esta vez no necesito que su vieja lo levantara de la misma forma de ayer.

Se baño muy bien, poniéndose el uniforme correspondiente del colegio el cual constaba de una camisa manga corta de color blanca con franjas rojas y negras, con la insignia representativa del colegio y un pantalón negro de tela no tan gruesa, zapatos perfectamente lustrados y su cabello impecable, daban a entender que estaba listo para ir al colegio.

-Buenos dias Mama. - saludo Spallatti una vez que llego al comedor.

-Buenos días Mati. - contestó Silvia con una sonrisa. -Vaya por lo visto alguien está emocionado por su primer dia de clases. - hablo de manera un tanto burlesca.

-¿Quién? ¿Yo? - pregunto tratando de hacerse el desentendido. -Obvio no, solo que no quería que me despertaras igual que ayer.

-Aja y yo soy Maria Antonieta. - dijo dando una vuelta y haciendo un gesto exagerado.

-¿De las nieves? - preguntó Matías confundido.

-Definitivamente necesitas estudiar más. - reprocho Silvia llevándose una mano a su frente. -Pero de eso hablamos después ahora necesito que comas para que nos vayamos lo..

-Hablando de eso. - interrumpió Matias. -Estaba pensando en irme solo, sabes para acostumbrarme, después de todo no es la primera vez que hago esto.

-Esta bien como quieras. - repuso Silvia sirviendo el desayuno. -Pero recorda no hablarle a extraños y tene cuidado al subirte al colectivo nunca se sabe que tipo de personas van en estos. Aahh y si se sube una ancianita o una mujer embarazada como buen hombrecito que sos le se des el asiento.

-Lo se Mama lo se. - contestó Mati llevándose un bocado a la boca. -Cr-reo q-que es-so y-ya m-me l-lo h-habias d-dicho. - dijo con la boca llena.

-¡Ignacio que te dicho sobre hablar con la boca llena! - le reprendió con un ligero golpe en la cabeza de este. -Ahora date prisa que se te hace tarde. - sentenció seria.

Matias asintio y comenzo a comer con un poco de prisa, atragantándose un par de veces haciendo que Silvia se limitará a negar con la cabeza y rodar los ojos.

Cuando termino de desayunar, subió a su cuarto por su mochila y el dinero el cual metió en su pantalón, bajo dispuesto a ir no sin antes despedirse de su vieja con un beso en la mejilla.