IVY
La música retumbaba contra las paredes del lugar tan fuerte que podía sentirla en cada fibra de mi piel y esa sensación sí que me gustaba; mientras caminaba hacia la barra, las miradas de los hombres a mi alrededor se intensificaban observando con deseo mi cuerpo, pero ninguno de ellos me interesaba, así que después de tomar asiento y pedir un trago, dirigí la vista al reservado oficial que ocupaban los Mcklagen y en cuanto divisé mi objetivo, terminé mi trago de golpe levantándome para poner el plan en acción.
Me adentré entre las personas colocándome precisamente en el campo de visión de Jaxon Mcklagen y comencé a bailar; elevé las manos recorriendo mi cuerpo de manera provocativa, lo cual atrajo aún más la atención de los hombres que me rodeaban, pero si deseaba atraer la atención de mi objetivo necesitaba desencadenar un escándalo y eso era un poco más complicado; continué bailando seductoramente hasta que por fin uno de esos hombres que me observaban, se acercó tomándome por la cintura y lancé un grito tan fuerte que conseguí asustar a muchas de las personas que bailaban junto a mí; el hombre comenzó a disculparse como si hubiera cometido un gran delito mientras yo sobreactuaba como una auténtica loca y atacaba al hombre que segundo antes me había tocado.
Había conseguido volverme el centro de atención y un par de guardias se acercaron para asegurarse que todo estuviera en orden e intentaron apartarme llevándome lejos de la multitud, lo cual solo provocó aun más caos hasta que una voz imponente los obligó a retroceder.
- Dejen a la señorita – escuché una vez que la música se detuvo
- Señor Mcklagen...
- Ven hermosa – dijo extendiendo su mano hacia mí y sin dudarlo, la tomé acompañándolo hasta el reservado que antes ocupaba - ¡La música! – gritó y automáticamente el DJ colocó otra canción y pese al desconcierto de algunas personas, poco a poco todo regresó a la normalidad
- Gracias – dije sentándome a su lado
- Es un placer ayudar a bellezas como tú – respondió y sonreí ante su halago
- ¿Puedo saber tu nombre? – pregunté
- Jaxon Mcklagen – dijo besando mi mano
- Ivy Kane – respondí sonriendo
- ¿Champagne? – preguntó y asentí
Jaxon sirvió dos copas de champagne y me extendió una de ellas sin dejar de mirarme; tenía que admitir que era un hombre muy apuesto, con una presencia imponente y una mirada que conseguiría poner de rodillas a cualquiera y hasta hace algún tiempo, me encontraría temblando frente a él, tan nerviosa que me costaría respirar, pero ya no quedaba rastro de esa chica tímida y asustadiza que solía ser, así que estaba tranquila y en control.
Donde nos encontrábamos, la música no se escuchaba tan fuerte, así que hablar no resultaba muy difícil, pero el hecho de estar rodeados de tantos guardaespaldas me hacía sentir un poco incómoda, aunque en cuanto esa sensación apareció, la obligué a alejarse y me concentré en lo que tenía que hacer.
Había estudiado a Jaxon Mcklagen y tenía claro la clase de persona que era; para él, ninguna mujer era un reto ya que todas caían bajo su encanto y se divertía jugando con ellas pasando a la siguiente una vez que perdía el interés, lo cual era un verdadero asco; él no solía tomar las cosas en serio y difícilmente se preocupaba por temas de seguridad o negocios como hacia su hermano mayor, pero eso no quería decir que se mantuviera alejado de todos los asuntos turbios de su familia, después de todo, él era un Mcklagen y según lo que tenía entendido, eso era lo más importante para él.
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LOGAN
Fiksi RemajaExplosivo, Cruel, Egoísta, Loco Son algunas de las palabras por las cuales me conocían; solo mencionar mi nombre hacía retroceder a cualquiera, pero ahora, no quedaba nada, solo el maldito trastorno por el cual me habían encerrado. ¿Estaba loco?, qu...