CAPÍTULO 29

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IVY

Control; una palabra con distintos significados y un gran peso difícil de soportar; en lo personal, el control era para mí, una zona segura, mantener el control me ayudaba a sentirme a salvo y cuando lo perdía, me sentía abrumada y vulnerable, así que dejarme ir, perder el control o cederlo, no era fácil para mí; tal vez eso significaba que estaba a la defensiva o simplemente tenía miedo, pero francamente, no sabía cómo lidiar con ello.

No era que quisiera tener el control, era que en verdad lo necesitaba y no sabía que hacer para evitarlo; mi vida se resumía en dos grandes cambios, porque cuando niña, nunca tuve el control sobre nada y cuando lo tuve, me fue imposible soltarlo.

Durante gran parte de mi vida me arrebataron el control, porque para otros yo era peligrosa; mi madre solía repetir esa palabra con frecuencia y ahora tenía claro que estaba en lo correcto, yo era peligrosa, aunque me viera dulce e inocente, porque era volátil, impulsiva y temeraria, así que otros siempre se encargaron de tener el control, porque cuando yo lo tenía, las cosas podían salir mal con mucha facilidad.

Mi vida siempre fue una montaña rusa de emociones; pasaba de la euforia a la depresión y mi cordura era cuestionable, pero últimamente me sentía más en control, lo cual era extraño, porque hace mucho que no tomaba mis medicamentos; quizá Logan tenía razón y solo tenía que aceptar como era, con todo y el caos en mi cabeza, tal vez solo tenía que soltarme un poco, lo suficiente para ser libre y aun así mantener el control.

Después de que Jaxon me dejara en el hotel y guardara mi número para la próxima salida que le prometí tener, me dirigí a la habitación con las bolsas en las manos y al llegar, prácticamente me arrojé sobre la cama.  

Hoy sin duda la había pasado bien y por un momento me permití olvidar los motivos que me trajeron a esta situación.

Desearía ser capaz de dejar atrás todo este rencor, desearía poder liberarme de los recuerdos que tanto me atormentaban, pero no tenía idea de como hacerlo; quizá en otra vida al fin sería libre, quizá en otra vida ya no tendría que pasar por tanto dolor.

Estaba agotada tanto física como emocionalmente así que pronto me dejé arrastrar por el sueño, aunque como siempre, no duró mucho y desperté a causa de las pesadillas que atacaban cada noche.

Mi respiración sonaba entrecortada, como si mis pulmones fueran incapaces de alcanzar el aire; mi corazón latía tan rápido que parecía estar a punto de abandonar mi pecho, mis manos temblaban sin que pudiera controlarlas y las lágrimas bajaban por mis mejillas sin detenerse.

Tenía una crisis y eso nunca terminaba bien, en especial cuando me encontraba sola; la última vez que tuve una crisis, mi mente se descontroló tanto que estuve a punto de quitarme la vida, pero no quería eso, no podía hacer eso y el solo pensamiento de que tal vez eso podría suceder, alteró aún más mis nervios.

Con las manos temblorosas empecé a buscar mi celular y marqué el número que Enzo había guardado; pero mientras más tardaba en responder, peor me sentía y el miedo comenzaba a apoderarse de mi cuerpo.

-        ¿Ivy? – escuché su voz cansada y por más que quise responder era como si no fuera capaz de hablar – Ivy, ¿Todo está bien? ¿Qué sucede? – continuó preguntando y la preocupación en su voz se hizo presente – Ivy... - insistió y un sollozo escapó de mis labios – Espera un segundo, no cortes por favor – pidió y lo escuché moverse de donde se encontraba para comenzar a llamar a Logan

Mis manos seguían temblando y mi cuerpo no se quedaba atrás; estaba agitada, nerviosa y asustada, los recuerdos me superaban, atacándome sin compasión y el pánico empezaba a consumirme.

LOGANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora