LOGAN
No me lo esperaba, pero extrañamente tampoco me disgustó; los labios de Ivy tenían un sabor dulce y eran tan suaves que contrastaban perfectamente con los míos, así que sin darme tiempo para pensar si debía o no hacerlo, simplemente respondí su beso y la acerqué más hacia mí.
Nunca antes experimenté nada igual como lo que estaba sintiendo en este momento; mi corazón latía como loco y todo se sentía realmente bien, como si de alguna forma encajáramos, pero nos tomó un segundo reaccionar y darnos cuenta del error que acabábamos de cometer.
No es que no sintiera algo por ella, honestamente lo sentía y eso era justo lo que me preocupaba; el corazón era un lujo del cual no todos podíamos disponer y en mi caso era peligroso sentir algo en especial cuando estábamos en una situación tan complicada como esta.
- ¿Pueden creer que no encontraba el ron? solo teníamos whisky – dijo Enzo sentándose frente a nosotros y prácticamente saltamos a extremos diferentes del sillón - ¿Qué sucede? – preguntó pasando su mirada de una a otro
- Nada – dije de inmediato - ¿Me sirves un trago? Por favor
- A mi igual – añadió Ivy sin mirarme
- ¿Todo bien? – volvió a cuestionar y asentí
- Sirve – ordené
Enzo me conocía bien y no fue necesario que dijera nada más para que entendiera que la situación era una alerta roja y simplemente empezó a servirnos los tragos en un intento desesperado por aligerar el ambiente.
- Iré a ver a nuestros invitados – dije terminando mi trago y me levanté
- Logan, siéntate – respondió Enzo
- No soy un perro, no me des ordenes
- Claro que no eres un perro – comentó Ivy y me giré hacia ella – los perros son mucho más obedientes
- Olvidé lo que te hace el alcohol – respondí y me fulminó con la mirada
- Dinos Logan, ¿Qué me hace el alcohol?
La parte racional de mi cerebro insistía en que cerrara la boca por mi propio bien, pero casi nunca le hacia caso a esa parte, así que volví a responder.
- ¡Para empezar, te convierte en una loca! lo siento, olvidaba que no necesitas ayuda para eso
- Logan – amenazó Enzo
- ¡¿Yo estoy loca?! – cuestionó Ivy – ¡Tú eres mil veces peor! ¡Explotas a la mínima provocación! ¡Dices algo y luego haces lo contrario!
- ¡Yo! ¡Eres tú la que se contradice!
- ¡No me contradigo! ¡Hago lo que quiero y punto! – gritó levantándose furiosa
- ¡¿Y cómo te ha funcionado eso?! – grité
- ¡Perfecto! ¡No lo ves!
- ¡Pues no! ¡Ya que pasas la mitad del tiempo llorando! – exclamé y en cuanto lo dije me arrepentí
- ¡Prefiero pasarme la mitad del tiempo llorando a reprimir lo que siento! – gritó y Enzo me miró como diciendo que me callara
- ¡Yo no reprimo nada!
- ¡Claro que sí! ¡Dices que eres libre, que haces lo que quieres y no te contienes, pero es mentira! ¡Lo único que haces es reprimirte!
- ¡¿Quieres hablar de quien se reprime?! – exclamé - ¡Por lo que sé, has pasado años fingiendo que eres alguien que jamás podrás ser! ¡Incluso ahora eres incapaz de sentirte libre! ¡Lloras y lloras, pero no haces nada para resolver lo que no te deja dormir por la noche! ¡Eres una cobarde! ¡Perdiste a tu novio y te rompiste! ¡Que tan inteligente te hace eso! ¡Que valiente que eres!
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LOGAN
Teen FictionExplosivo, Cruel, Egoísta, Loco Son algunas de las palabras por las cuales me conocían; solo mencionar mi nombre hacía retroceder a cualquiera, pero ahora, no quedaba nada, solo el maldito trastorno por el cual me habían encerrado. ¿Estaba loco?, qu...