IVY
Justo ahora nos encontrábamos en un edificio abandonado donde Enzo había dispuesto un circuito de entrenamiento tanto de armas como de defensa cuerpo a cuerpo y la verdad era que Logan me estaba matando.
Llevábamos más de dos horas entrenando y sentía que estaba a punto de colapsar; cada músculo de mi cuerpo dolía por el esfuerzo y ni una sola vez había logrado golpear a Logan, lo cual además de ser frustrante era doloroso, porque él sí que había conseguido dejarme en el piso tantas veces que ya había perdido la cuenta.
Logan podía ser arrogante, engreído y sumamente molesto, pero no cabía duda que era bueno en su trabajo; cada maniobra suya era tan rápida que para cuando lo notaba, ya era demasiado tarde y nuevamente estaba en el suelo, con mi cuerpo rogándome que no volviera a ponerme en pie, pero sin importar el dolor, volvía levantarme para enfrentarlo una vez más.
- ¿Necesitas un descanso? – preguntó Logan y fruncí el ceño
- No – respondí levantándome y volviendo a ponerme en posición
- Sí que te gusta recibir golpes
- Necesito aprender – dije logrando sorprenderlo
- Bueno, una cosa es segura, no eres cobarde
- ¿Continuamos? – cuestioné y asintió antes de volver a atacar
Logan era rápido al atacar y sus movimientos eran fluidos en comparación con los míos; cuando se movía, no había dudas y aunque yo era una mujer, en este momento él solo me veía como su oponente y tenía que admitir que eso me gustaba.
Logan no me trataba como si fuera una damisela en peligro o una princesa frágil que necesitara protección, él por lo menos en situaciones como esta, me veía como a una igual; me enseñaba a pelear y no temía darme un par de golpes en el proceso, tampoco me veía con lástima ni se preocupaba por si estaba adolorida o cansada, para él lo único que importaba era que aprendiera a defenderme y aunque el proceso era duro, el resultado era lo principal.
- Quiero que hagas el circuito cinco veces – dijo tendiéndome la mano para que me levantara
Dirigí mi atención al circuito que se encontraba a mis espaldas y suspiré; había pasado demasiado tiempo encerrada e inactiva, así que el solo hecho de pensar en todo lo que tendría que correr, me quitaba el aliento, pero respiré profundo y asentí antes de comenzar con la tarea que me había asignado.
Logan parecía encontrarse de muy buen humor e incluso podría decirse que se divertía ayudándome a entrenar; tal vez era el hecho de que podía golpear los sacos de boxeo, disparar o luchar con alguien más lo que lo tenía tan tranquilo y honestamente, esta faceta suya, me agrada mucho, así que en verdad esperaba que las cosas continuaran de esta forma y tuviéramos un poco de paz.
Continué corriendo y pasando los obstáculos que tenía el circuito hasta que terminé mi última vuelta y solo entonces, Logan me dejó tomar un respiro y prácticamente me dejé caer sobre las colchonetas donde antes peleábamos en un intento de recuperar todo el aire perdido.
- Vas a matarla – escuché y no tuve que moverme para saber quien era el dueño de esa voz
- Está bien – respondió Logan – Necesita obtener algo de físico o seguirá fallando
- Ya se ve hecha polvo – dijo Enzo y me senté con las piernas cruzadas fulminándolo con la mirada
- Puedo soportarlo – exclamé atrayendo su atención y Enzo no tardó en ofrecerme una botella de agua
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LOGAN
Teen FictionExplosivo, Cruel, Egoísta, Loco Son algunas de las palabras por las cuales me conocían; solo mencionar mi nombre hacía retroceder a cualquiera, pero ahora, no quedaba nada, solo el maldito trastorno por el cual me habían encerrado. ¿Estaba loco?, qu...