Confesión antes de una catástrofe

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Midoriya sudaba por el calor de la batalla. Rodeado entre llamas, buscaba con la mirada a su enemigo. Sintió su presencia detrás de el, y logró esquivar su ataque. 

- One For All: Full Cowl 30% - pensó el peliverde, aumentando su fuerza. Se abalanzó hacia las llamas que estaban frente a él, golpeando fuertemente a su rival, que cayó bastantes metros atrás.

Izuku no se descuidó y se lanzó al ataque nuevamente, para así terminar con la batalla. Su rival se levantó velozmente, esquivando el primer golpe, pero Midoriya le asestó un rodillazo en el abdomen, sacandole el aire. Luego, con su mano izquierda lo tomó por el cuello, y con la derecha se preparó para golpear.

- ¡¡Detroit Smash!! - exclamó, dando el golpe final de la batalla. Su rival quedó tendido en el suelo, muy agotado.

- Vaya...cada vez peleas mucho mejor hermano. - dijo su rival, y el peliverde sonrió alegremente.

- Es gracias a que me has ayudado con el entrenamiento, Aiko. Pero aún así, todavía me falta bastante para pelear contra Death, sigo estando detrás de el. - dijo Midoriya, dandole la mano a su hermano, que se levantó.

- Tienes razón. Pero no te preocupes, no batallaras contra el tu solo, nos tienes a nosotros. - dijo Aiko, y Midoriya asintió.

- Lo se, y estoy muy agradecido de que podré estar acompañado de grandes amigos para esta batalla. - dijo.

Los 2 hermanos empezaron a limpiar el desastre que habían hecho en el lugar, apagando las llamas. 

Desde el último ataque de Death, habían empezado a entrenar diariamente en el santuario de Aiko. Ya llevaban 3 semanas así, y ambos habían mejorado sus habilidades de lucha. 

- Tus llamas son cada vez más calientes, cada vez estás logrando aumentar aún más su temperatura. Si sigues así, tarde o temprano empezarás a agotar a tus rivales gracias a el calor y el humo, y tendrás más oportunidades de vencer. Quizás eso nos sirva bastante contra Death. - dijo Midoriya, y Aiko sonrió, contento.

Cuando terminaron de limpiar todo, se sentaron fuera del santuario, tomando agua.

- ¿Como van las cosas con Nejire? - preguntó Aiko, tomando por sorpresa a Midoriya, que se atragantó con el agua que estaba tomando.

- Creo que vamos bien...últimamente hemos hablado bastante...siento que de verdad ella y yo nos gustamos mutuamente. Pero cuando la veo hablar con Tamaki o Mirio no puedo evitar sentirme molesto, ligeramente. - dijo el peliverde, y Aiko rió. 

- ¿Así que eres celoso, eh? Defiendes lo que es tuyo - dijo, avergonzando a su hermano, que sacudió la cabeza, sonrojado y nervioso, tartamudeando. - Igual, tarde o temprano tendrás que declararte, no quieres sentir arrepentimiento cuando seas grande, y la mejor manera de hacerlo es declararte cuando sea el momento. - dijo Aiko, tomando agua.

- Pareciera como si fueras un experto...¿Acaso te gusta alguien? - preguntó el peliverde. A pesar de que ya había pasado tiempo desde que descubrieron que eran hermanos y empezaran a hablar y a conocerse, Midoriya había ignorado el hecho de que quizás su hermano también estuviera enamorado de alguien.

- Si, yo también estoy enamorado de alguien...Itsuka Kendo...es bellísima, inteligente, carismática, y sobre todo, muy alegre. Creo que no hay chica más perfecta que ella. - dijo Aiko, y su hermano lo vio sorprendido.

No se esperaba que su hermano de verdad estuviera tan enamorado de alguien.

Mientras los chicos hablaban, alguien los veía escondido.

Deku x Nejire: Un amor que rompe las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora