EPISODE TWO

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Durante su estadía en Japón, la señorita Kuroiro y su tutor encargado en el país la aseguraron que tendría una estancia segura y agradable hasta que finalizara su tesis, y tuviera de nuevo la opción de volver a su país natal o quedarse a buscar un...

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Durante su estadía en Japón, la señorita Kuroiro y su tutor encargado en el país la aseguraron que tendría una estancia segura y agradable hasta que finalizara su tesis, y tuviera de nuevo la opción de volver a su país natal o quedarse a buscar un trabajo en centros de investigación japoneses.

La asignaron una psiquiatra para su TOC, tuvieron paciencia con su nivel de japonés bastante similar al de un bebé y la facilitaron una residencia. Su madre la advirtió que las apariencias engañaban, aunque creía que era porque la daba rabia que la dejara sola en Gangdong con las facturas, quejas de sus dos hermanas menores y una tienda caótica con horarios infernales. Por supuesto que jamás había escuchado a la vieja loca de su madre, ni si quiera a su padre que apenas asomaba la cabeza por casa debido a su trabajo como camionero.

La dolía decirlo, pero su madre tenía razón. Definitivamente su estancia en Japón no iba a ser tan pacífica y agradable como en los folletos de las becas universitarias.

EPISODE TWO;
MISOPHOBIA


Desde que se habían separado para ir cada uno en busca de sus propias cosas (Karube mencionó su anterior trabajo), ella simplemente pudo ir a su vieja residencia universitaria en busca de sus libros, ropa nueva y con una larga ducha y desinfección completa. Las calles de Tokyo estaban tan sucias y descuidadas que estaban comenzando a causarla extremada irritabilidad, ganas de llorar y ansiedad, por lo que acabó llegando corriendo evitando mirar a los lados.

Pasó alrededor de tres horas limpiando la habitación, llorando, desinfectando, llorando de nuevo, buscando ropa limpia, volviendo a llorar y maldecir y leyendo lo que eran sus primeros apuntes de carrera antes de que acabara viajando a otra extraña dimensión por un baño público. Comprobó por libros de su interminable estantería sobre los viajes en el tiempo, la posibilidad de estar en otro tipo de dimensión o realidad y simplemente fue capaz de llorar aún más.

Desde que era niña, había sido una llorona sin sentido. ¿Se la caía un fideo? Lloraba; ¿no había visto la misma figura que su hermana en las nubes? Lloraba. Ante cualquier roce o alteración en su "burbuja de perfección", entraba en pánico y no sabía cómo lidiar con ello. Por eso, cuando apenas era una niña, comenzó a investigar. Investigó sobre enfermedades, sobre el universo, sobre cómo cocinar un pastel. Investigó hasta el cansancio, llenando su pequeña cabeza de cosas para así estar lista para cambios inevitables, pero eso solo causó el mayor caos de su vida: TOC.

La tienda de su familia estaba ubicada en un pequeño barrio humilde de la provincia de Seúl. Había sido traspasado de generación en generación aplicando diferentes reformas para adaptarse a los cambios de época, pero cuando cayó en manos de su madre fue un caos. Las ventas cayeron, así como la calidad de sus productos, el dinero en la casa y el mantenimiento de la tienda. Un día, mientras ayudaba a colocar unos paquetes de ramen instantáneos en el almacén, encontró decenas de cucarachas alimentándose de restos de comida mohosa. Ante eso, su asco por la suciedad comenzó a incrementar.

𝗣𝗛𝗢𝗕𝗜𝗔 ━ 𝘈𝘭𝘪𝘤𝘦 𝘐𝘯 𝘉𝘰𝘳𝘥𝘦𝘳𝘭𝘢𝘯𝘥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora