[ 𝙋𝙃𝙊𝘽𝙄𝘼 ] 𝘵𝘦𝘮𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘳𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘳á𝘤𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢, 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯.
Tokyo se vació en menos de un minuto tras el apag...
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Ahn se removió en la silla que la habían acercado, evitando tocar con sus muslos la madera de la no lavada silla y habiendo quitado una caja a Chishiya para buscar esconderse un poco tras ella por la incomodidad.
Para su desgracia, la silla a su lado era la del tatuado, por lo que estaba de frente con Niragi y su sonrisita de villano Disney mal animado. Lo único que la reconfortaba en ese momento era tener a su lado al rubio con su expresión serena y analítica.
— Ahn, querida — llamó el Sombrerero, sacándola de sus pensamientos después de haber escuchado el recuento de cartas—. Has ganado una carta complicada, ¿no es así?
— No estoy muerta — señaló con obviedad. Chishiya se apoyó en el respaldo ligeramente, inclinándose un poco hacia su lado y mirándola de reojo.
— Por supuesto que no — el Sombrerero se cortó un poco ante su tono, mirando ahora a la ejecutiva que casi muere siendo usada como una pieza de ajedrez—. Ann, ¿es recomendable la entrada de Ahn a la Junta?
Al mismo tiempo, ambos la miraron. Inconscientemente los nervios comenzaron a llenarla al sentir que hablaría de su casi muerte y como había acabado con otros cuatro tipos sin pestañear, causando que tanto su pierna derecha como sus manos comenzaran a temblar ligeramente. Miró intensamente a la morena medio escondida tras Chishiya, balanceando su pierna con un temblor ciertamente molesto que acabó por chocar con la silla de Chishiya.
— Fue un juego de diamantes — recordó Ann—. Un enorme tablero de ajedrez donde nosotros éramos piezas y debíamos jugar por turnos. Las piezas supuestamente se escogían al azar — ese "supuestamente" sonaba a que la iba a exponer como una malvada mentirosa asesina.
Chishiya volvió a mirarla de reojo cuando notó un segundo golpecito accidental con su silla, bajando la mirada y observando como su pierna temblaba de los nervios de la situación.
Disimuladamente y volviendo a mirar a Ann, sacó la mano del bolsillo deslizandola hacia Minhee, apoyándola sobre su rodilla temblorosa. Esta inmediatamente se detuvo, y de reojo pudo observar como la coreana miraba su mano como si fuera un extraño espécimen extraterrestre. Si notaba incomodidad podría apartarla sin problemas y la pediría disculpas más tarde, pero al contemplar que su única respuesta clara era la confusión y no hacía nada por apartar su mano, la dejó completamente apoyada.
— ¿Supuestamente?
— Han conocía la posición de cada pieza a elegir.
Y así es como se expone a alguien.
EPISODETWENTY BLUSHED
Las miradas estaban sobre la extranjera de nuevo, esperando una explicación de como había averiguado el funcionamiento de un juego de azar. Se tensó comenzando a entrar en un ligero pánico, sin saber como hablarle a ese circo de gente sin sonar sospechosa, rarita o demente como ellos. Su intención no era estar en esa junta, por lo que parecía más fácil en ese sentido negarlo como una tonta y hacerse la loca para terminar antes, que creyeran que era simple suerte y largarse con su adquisición a su habitación para dormir.