[ 𝙋𝙃𝙊𝘽𝙄𝘼 ] 𝘵𝘦𝘮𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘳𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘳á𝘤𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢, 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯.
Tokyo se vació en menos de un minuto tras el apag...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando un ser humano detecta una amenaza, se desencadenan de manera automática componentes endocrinos, autonómicos y metabólicos. Todo esto ocurre en un plazo menor al de un segundo, y es entonces cuando el acto reflejo actúa.
El cuerpo no tiene tiempo de pensar apropiadamente cuando hay un estímulo urgente, y es entonces cuando el sistema nervioso decide enviar la información directamente a la médula ósea, y así actuar sin perder ni una milésima de segundo. El tiempo es oro para la supervivencia humana, y es por eso que se debe priorizar razonar adecuadamente y morir o actuar bajo un impulso de tu instinto.
Minhee siempre había creído que razonar era su mayor arma, hasta que actuó de manera tan impulsiva. Ni si quiera estaba segura de si estaba pensando, porque todo ocurrió tan rápido para los tres que no pudo procesarlo hasta segundos después.
Hubo un disparo, hubo una fuerte llamarada y hubo varios gritos. Cayó al suelo, y Niragi cayó por el borde de la azotea. Chishiya dijo su nombre, ella, sin embargo, musitó una palabrota.
— Minhee...
— Le he matado — musitó, aún tirada en el suelo por el impulso de sus piernas y con la mano sujetando con fuerza la infantil pistolita lanzallamas—. Está muerto.
Ninguno se podía mover ante lo que había ocurrido. La bala había salido del cañón del paramilitar, pero ninguno de los dos se atrevía a mencionar aún cual había sido la trayectoria de esta. La puntería de Niragi era impecable, tanto que asustaba.
Sin embargo, Minhee aún no lograba entender cómo su cuerpo había caído preso del pánico cuando apuntó el arma hacia Chishiya. Su pulso taladraba aún sus oídos, sus manos sudaban levemente y estaba segura de que si la hacían una prueba de sangre el azúcar la daría por las nubes. Miedo. Por un momento, estuvo aterrorizada.
— Joder, Minhee — se incorporó del suelo despacio, al mismo tiempo que Chishiya daba un paso tembloroso hacia el frente con la mano a la altura del pecho. Como si fuera a cámara lenta, el rojo tiñó el suelo gris de la azotea.
— Oh — siguió el camino de la sangre, encontrando al fin su origen. Por la adrenalina del miedo, no había notado en absoluto la bala atravesar su abdomen—. Seré imbécil.
Chishiya corrió hacia su posición, arrancando sin cuidado un trozo de su camiseta para hacer de inmediato presión. Seguía sin sentir aún el dolor, aunque sus oídos pitaban y no podía despegar su mirada de la mirada en pánico del rubio.
Ahora lo recordaba bien. Niragi amenazando con arrebatarla a Chishiya, ella tirándose como una idiota en la trayectoria y disparando la ráfaga de fuego hacia Niragi. En el aire, tanto la bala como la llama se cruzaron, ambos cayendo en el contrario sin poder evitarlo. Aún estando como una moribunda manchando todo de sangre, soltó una sonrisa que cabreó a Chishiya.
