[ 𝙋𝙃𝙊𝘽𝙄𝘼 ] 𝘵𝘦𝘮𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘳𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘳á𝘤𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢, 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯.
Tokyo se vació en menos de un minuto tras el apag...
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Minhee podía decir con firmeza que odiaba los proyectos y trabajos de la universidad, sobre todo cuando estos requerían de meterse en los sucios laboratorios de otras facultades. La facultad de química era perfecta para estudiar los fluidos, aunque debía esperar en una interminable lista debido a las prácticas que se realizaban durante esas semanas.
Podría esperar, pero odiaba aún más dejar los trabajos para última hora, así que pidió una solicitud para la facultad de Medicina sin detenerse a pensarlo demasiado. En la jodida facultad de Medicina jugueteaban con cadáveres y patógenos, y acababa de darse cuenta al llegar a los largos pasillos llenos de gente con batas y guantes con sangre. Quería vomitar, y encima debía preguntar porque no entendía lo que ponía en los carteles del pasillo.
— Perdone —detuvo al primero que pasó por ahí. Era un chico que la miró con cierta pereza, llevando las manos en los bolsillos como si nada—, ¿el laboratorio siete?
La recorrió con la mirada como si fuera basura, soltando una risita algo burlona al ver su brillante camisa rosa. No quería tampoco esconderla bajo la bata que la habían prestado (la lavó tres veces seguidas), pero resultaba molesta la manera en la que era incapaz de disimular como se reía de ella.
— Oh, el laboratorio — recordó que le había detenido por algo. Minhee rodó los ojos cuando se giró, señalando al fondo del pasillo—. ¿No sabes leer japonés? Está en la planta de arriba —Minhee estaba cabreándose ya—. ¿Quieres que lo repita más lento, coreana? Arriba... Laboratorio... — hizo gestos, como si estuviera hablándole a una niña pequeña.
— Gracias — sonrió falsamente bajo su mascarilla, pisando con algo de fuerza su pie antes de ir hacia las escaleras—. Imbécil de mierda.
