𝗣𝗛𝗢𝗕𝗜𝗔 ━ 𝘈𝘭𝘪𝘤𝘦 𝘐𝘯 𝘉𝘰𝘳𝘥𝘦𝘳𝘭𝘢𝘯𝘥

EPISODE THREE

El silencio del ascensor los mantenía en extrema tensión. Minhee seguía en su esquina después de haber lanzado una mala mirada a la mujer de tacones, como si tuviera rencores hacia ella.

— ¿Podéis hacer más espacio? — preguntó la que recibía la mirada fulminante de la chica al estar lanzandola miradas confusas por su comportamiento—. Es un espacio pequeño.

— No — negó Karube, sin dar más explicaciones. Se cruzó de brazos esperando a que el ascensor se detuviera, dejando ver su posición firme en quedarse en su sitio. La mujer del bolso soltó una risa nasal e irónica, a lo que Minhee respondió desde su esquina con una media sonrisa burlona.

Presentes de ese extraño mal rollo entre los tres, tanto la estudiante como los dos amigos se miraron entre sí. Minhee y Karube parecían ser como la noche y el día, pero parecían haber encontrado algo en común: detestar sin motivo alguno a la formal mujer.

EPISODE THREE:
FAKE WALL!

En cuanto se abrieron las puertas, Minhee salió disparada. Si la mataban nada más entrar a la sala la daba igual, con tal de salir de ese estrecho y agobiante ascensor lleno de desconocidos. Llevaba el teléfono en mano, la mochila en su espalda sin apenas notar su peso y destacaba entre ellos por su llamativa mezcla de colores en sus prendas. Amarillo, azul, rosa... Parecía que había salido del estómago de un unicornio.

Hizo una mueca viendo la sala. Un cuadrado perfecto, con baldosas de un tamaño uniforme y similares a un tablero de ajedrez. Las paredes eran oscuras, y el techo se sentía demasiado cerca de su cabeza. Parpadeó confundida al notar el detalle de dos puertas. Una de ellas tenía un siniestro cartel de muerte, mientras el otro de un adorable ángel. ¿Debían elegir uno? Siempre había trampa en eso; nunca había hecho un Scape Room, pero no había que ser estúpido para averiguar que no había que andarse basándose en el azar.

— ¿De verdad es un juego? Esto empieza a ponerse un poquito emocionante — Chota parecía divertido, comenzando a grabar. Estuvo a punto de darle un manotazo cuando se acercó a ella, pero lo pensó mejor y no quería tocarle—. Debe ser algún evento.

Abrió la boca, estupefacta. ¿De verdad eran tan sumamente estúpidos? Estaba comenzando a ponerse nerviosa, y no era por la cantidad de personas en una habitación tan pequeña. ¡El láser de la entrada! ¡La palabra morir! ¡Todo Tokyo vacío! ¿Acaso no habían visto películas de ciencia ficción? ¿No tenían instinto de supervivencia o uso de razón?

— Quiero irme a casa — y Minhee también, aunque prefería corregir eso a "quiero irme a mi cama".

— Tú tranquila. ¡Estás con nosotros!— Minhee carraspeó, tratando de que no se notara como había dejado salir un sonido de sorpresa. ¡Estaba poniendo su vida en manos de dos vagos desempleados, un tipo raro y la mujer desagradable!—.  Saldremos rápido. Premio y a casa.