[ 𝙋𝙃𝙊𝘽𝙄𝘼 ] 𝘵𝘦𝘮𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘳𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘳á𝘤𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢, 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯.
Tokyo se vació en menos de un minuto tras el apag...
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- ¿Os habéis bañado después de sudar? - les miró acusatoriamente, cargando su mochila con todas sus cosas como si no pesara en absoluto. No iba a dejar sus cosas en cualquier lado, además de que no la pesaba demasiado. Arisu y Karube se miraron-. ¿Al menos las manos?
- Claro - asintió Karube-. ¿Estás más cómoda si nos ponemos más desinfectante? - preguntó, tratando de verse comprensivo. De inmediato sacó su gel, y ambos extendieron las manos.
- Me sorprende lo antihigienica que es la gente - musitó, haciendo una mueca de asco y recordando no acercarse demasiado a ellos.
EPISODEFIVE THEHUNTER
En cuanto vio el edificio, se acobardó. Era grande, de bastantes departamentos y pasillos largos y que daban al exterior. Un punto a favor era que se veían limpios, no abandonados como el edificio del día anterior o absolutamente todo Tokyo.
- Vamos, Ahn - animó Arisu. Tragó saliva, dándose ánimos a si misma para finalmente dar un paso al frente. Sabía que ambos pensaban que podía ser un bache en su juego y que sólo la tenían ahí por su inteligencia, pero ella también estaba ahí con ellos para usarlos por su fuerza. Era mutuo interés con algo de preocupación genuina y una extraña relación de compañerismo en medio.
Cuando pasó y miró la mesa de los teléfonos, se topó de golpe con la mirada de al menos diez personas sobre ella. Los miró a todos antes de que apartaran de nuevo la mirada al ver que lo único interesante que tenía eran sus calcetines rosas, por lo que desinfectó sin preocupación alguna el teléfono antes de tocarlo.
- Coged esos - señaló a Arisu y Karube después de desinfectar dos para ellos. Hicieron caso, mientras el desbloqueo facial cargaba y aparecían como jugadores registrados para ese juego. La inscripción seguía abierta aún, pero la gente que llegaba y estaba esperando comenzó a agobiarla, sintiendo la desesperada necesidad de ponerse una mascarilla y obligar al resto a lo mismo-. Hay mucha gente - susurró hacia ellos, pegándose un poco a la pared-. Dios, no se ven desinfectados...
- ¿Por qué no te apoyas aquí, Ahn? - Arisu, escuchándola, la indicó que se apoyara al lado del hombre encapuchado, donde menos gente acumulada había. Era un espacio pequeño y no tenían demasiada libertad de movimiento hasta que el juego empezara. No les convenía tener al cerebro del grupo atosigado y bloqueado de nervios-. Ahí, respira tranquila.
- ¿Respirar tranquila? - preguntó cómo si se le hubiera ido la cabeza-. ¿Sabes la cantidad de germenes que hay en el aire?
- No, pero seguro que menos que si fuera un espacio cerrado - rebatió. No pudo negarle esa lógica. Los virus se acumulaban en espacios cerrados, y estaban al aire libre. Dio un punto a Arisu por eso, yendo al sitio donde él había dicho para apoyarse, ignorando a la persona encapuchada.
La inscripción ha cerrado Hay un total de 14 participantes, el juego va a comenzar
Se tensó de inmediato, notando como el chico a su lado comenzaba a quitarse los auriculares que no había notado que llevaba. Frunció el ceño, mirando a todos, para después volver a girarse a mirar al chico a su lado.
