[ 𝙋𝙃𝙊𝘽𝙄𝘼 ] 𝘵𝘦𝘮𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘳𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘳á𝘤𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢, 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯.
Tokyo se vació en menos de un minuto tras el apag...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desgraciadamente, la puerta volvió a ser golpeada no más de media hora después. Cerró el libro de nuevo, pero ni se molestó en asomarse sabiendo quien era.
— ¿Ahora qué necesitas, Chishiya?
Pero, en cuanto abrió la puerta, no sólo era Chishiya y su sonrisita soberbia, sino que una mujer alta y de rastas la sonreía como si nada. La lanzó una mirada de desconfianza, mirando ahora a Chishiya esperando una respuesta sobre la invitada-no-invitada.
— ¡Buenos días, Ahn! — saludó. En sus labios llevaba un palito de helado, y cargaba una bolsa de papel—. Soy Kuina, un placer.
Extendió la mano, pero unos segundos de tenso silencio después la volvió a recoger con algo de incomodidad. Chishiya miraba atentamente, mientras ella miraba al rubio juzgandole profundamente.
— Lo lamento, pero preferiría no tocarte — dijo, mirando de nuevo a la mujer. Ella agachó la cabeza algo incómoda, soltando una risita nerviosa y musitando que lo entendía—. ¿Por qué traes gente a mi habitación, Chishiya?
— Ella lo sabe — señaló. Sin más remedio los dejó pasar.
— Creo que debería irme — dijo la mujer, aún incómoda por la mirada fija y el rechazo de la extranjera.
— ¿Te has duchado? — preguntó, cruzada de brazos y apoyada en el marco de la puerta. Chishiya comenzó a moverse por la habitación como si fuera suya. Kuina mostró un gesto confundido—. No te dejaré pasar si no te has lavado.
— Eh, ¿sí? Por la mañana, ¿sirve?
Asintió, haciéndola un gesto para que pasara. La mujer no podía estar más confundida, mirando al rubio en busca de explicaciones. Sólo la había dicho que había una chica nueva en su plan, y que era extremadamente inteligente.
— Tiene TOC y misofobia — dijo, mientras colocaba de nuevo la mesita en la puerta como cerrojo—. No te odia por algo personal, solo no toca a nadie.
El alivio volvió a Kuina, animandose de inmediato tras esa aclaración. Por un momento creyó que estaba juzgandola y de inmediato la había odiado.
— Bienvenida a la Playa, Ahn — dijo, viendo a la chica mirar con desagrado como Chishiya había pisado la alfombra donde ella se sentaba a leer—. ¡Te he traído algo!
Minhee negó de inmediato, con un gesto de asco.
— Ni lo pienses.
EPISODETWELVE EXACTLY
— ¡Pero que preciosa estás, Ahn!
Hizo un gesto de asentimiento hacia su halago, viéndose en el espejo de la habitación con tan sólo odio en su cara. Chishiya se mantenía apoyado al lado de la ventana mirando por ella, tal vez atento a la gente que se paseaba de un lado a otro o al soleado día.