[ 𝙋𝙃𝙊𝘽𝙄𝘼 ] 𝘵𝘦𝘮𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘳𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘳á𝘤𝘵𝘦𝘳 𝘦𝘯𝘧𝘦𝘳𝘮𝘪𝘻𝘰, 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢, 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘵𝘶𝘢𝘤𝘪ó𝘯.
Tokyo se vació en menos de un minuto tras el apag...
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— ¿Banda? Nah, es un capullo — balanceó levemente los pies en la mesa, enrollando más fideos en sus palillos—. Le gusta la sangre y esas cosas asquerosas. Además, mata porque... ¿Por qué me había dicho? Oh, porque le gusta. A secas. Como no puede sentir demasiado, disfruta matando gente. Lo de las mujeres es porque es un desgraciado.
— ¿Y tú como disfrutas? — preguntó, comiendo a su lado.
— Molestando a la gente — admitió—. Hacerles sentir mal. Sigue sorprendiéndome lo manipulables y sensibles que son algunas personas.
— Estoy seguro de que si te mancho esa camiseta entrarás en pánico y llorarás.
— ¿Quieres que probemos que tan parecida soy a Banda? — amenazó—. Tal vez me diera asco al principio, pero atrévete a ensuciarme y te cortaré dedo a dedo — Quedó en silencio ante esa amenaza, hasta que finalmente Minhee rio. Ahora no sabía si le estaba amenazando de verdad o era una broma para asustarle—. Era broma. Que sensible eres.
Un nuevo grito llenó los pasillos de la prisión, pero Ahn siguió devorando sus fideos picantes como si nada. A él tampoco le importaba demasiado lo que estuviera pasando con Enji, pero ella parecía hasta disfrutar.
— Lo de los vínculos emocionales — tenía esa duda que no le dejaba tranquilo—. ¿Alguna vez has hecho alguno?
— No — negó de inmediato—. Una vez intenté matar a mi hermana menor, la que me tiene miedo. Estaba harta de escucharla quejarse y quejarse, y cuando tiró tteokbokki en mi cama estallé. A veces no soy capaz de pensar demasiado en lo que hago, así que simplemente lo hice. Por suerte para ella mi padre estaba en casa, y nos separó.
— ¿Qué le hiciste? — escuchar algo así era impactante para cualquiera.
— La clavé los palillos con los que comía aquí — señaló el hombro—. Aunque mi objetivo era el cuello. La detesto, y ellos me detestan a mí. No hubo consecuencias porque no tenían dinero para juicios o un psicólogo. Matar no es algo que me apasione como a Banda, pero me da igual. Tú haces lo mismo, no te importa quién vive o muere.
— Mencionas mucho a Banda — notó, dejando a un lado su recipiente vacío de ramen.
— Es una buena manera de enseñarte que yo no soy como él — se encogió de hombros, terminando también su comida—. Están mejor los coreanos — miró el platito, ensimismada. Tras unos segundos, volvió a hablar. Chishiya nunca había escuchado que hablara tanto—. En Corea hay una expresión con el ramen — tenía un tono divertido—. Cuando un hombre te invita a comer ramen, significa que quiere tener sexo — recogió finalmente todo lo que había usado para comer—. Patético.
— ¿Debo tomarme esto como una insinuación? — Minhee rodó los ojos, bajándose de la mesa donde había comido—. Min...
— ¿Por qué me llamas Min? — actuó confundida—. Así solo me llama mi gran amigo Sun.