24. Solo tuya

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"Cariño, yo solo quiero ser tuya" 

¿Qué hago? ¿Qué debo hacer? Armar una disputa sobre ir por otro camino no me parece buena idea, y más cuando estoy a unos simples metros. 

Sé que él está ahí.

-¡Sasha! - Los tres nos dimos la vuelta para ver de quién venía el llamado de mi amiga. 

Y vimos a Nicolás acercarse a nosotros tres. 

Hace varios meses que no le veía, y lo único que sabía de él era por Sasha. 

Ella saltó a sus brazos y Connie y yo nos dignamos a sonreír. Ellos sí se veían muy bien juntos.

Comenzaron a hablar después de saludarnos. Estaban entretenidos y yo no me quitaba de encima aquel pensamiento, ¿él ahora me está viendo? ¿Él está en ese coche? 

Intentaba prestar atención a lo que cada uno hablaba. Y aunque pareciese que estuviese atenta, si intentaba mirar de reojo atrás mío. 

Y sí…

No sé, pero y sí…¿y si pruebo a distraerme aunque sea un poco y retroceder algo? ¿Y si pruebo a acercarme hasta su vehículo? 

Sé que él está ahí. 

Y mi intuición nunca falla. Por eso, ¿y sí...voy retrocediendo poco a poco sin que nadie se de cuenta?

Doy cortos pasos para atrás. No sé lo que estoy haciendo, pero simplemente lo busco con ese objetivo. 

Estoy ya casi a la altura de la ventana del copiloto, y ni me quiero imaginar la cara de vergüenza que debe tener él. 

Sé que él está ahí. 

Suspiró y dio la última corta zancada hasta ponerme a su altura. Me agachó, marco mi vista por la ventana, y él me mira con confusión. 

Ya lo dije, se me iba a poner la cara de vergüenza y eso pasó. 

Inmediatamente giré mi mirada al grupo de tres a varios metros de mí. 

No me habían visto, así que aproveche a abrir la puerta y entrar a su coche lo antes posible. 

-¿Qué haces aquí? -dije aun con las mejillas rosadas debido a la vergüenza. 

-¿No nos acordamos de vernos hoy?- Preguntó.- Pensé que lo olvidarías.- Sus ojos grises estaban en mí. 

-Levi…- Dejé caer mi cabeza en mis manos, y entre ellas dije lo siguiente.- Casi te ven, ¡casi te ven!- Creo que fui algo histérica. 

-Tu no fuiste capaz de verme hasta asomarte por el cristal, ¿crees que el resto lo hizo?- Tenía su cabeza algo ladeada. 

Simplemente me digne a mirarle con el mayor asco posible. 

¿Cómo es posible que aparezca justo aquí? Y a esta hora…

-Pensé que- me interrumpió por completo. 

-No te dije la hora. Además, ¿no te gustó que te viniese a recoger a la Universidad? 

-¿Qué?- pensándolo de esa manera, ¿a eso se le llama romántico?- Eh…- Tampoco puedo perder la cordura.- Preferiría que me hubieras recogido en algún otro lugar…- Me crucé de brazos y marqué mi vista a la ventana de mi derecha. 

-¿Sí? ¿A tu casa por ejemplo? ¿O en qué lugar preferías que te buscase _____? ¿Mmmh?- Colocó una mano sobre el volante y asomo su cabeza por mi hombro izquierdo. 

Hay veces, en que la temperatura de mi cuerpo sube más de lo normal y no por fiebre necesariamente...

Giré completamente mi cabeza para fijarme en la poca distancia que nos separaba. Y sonreí con lujuria. 

 𝐖𝐢𝐬𝐡𝐞𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora