𝐖𝐢𝐬𝐡𝐞𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

9. Tus vientos de invierno me llevan a la primavera.

Agradable...
En cuanto el pronunció la palabra la nieve empezó a caer con más brusquedad.

Sólo éramos él y yo bajo los copos.
Notaba como mi nariz estaba completamente roja; pero es que la de él igual.

Agaché mi vista a mis zapatos...éstos se iban cubriendo de la poca nieve que iba cuajando.
Levanté mi cabeza de nuevo. El caso es que no me imaginé que Levi me estaría mirando, ¿cuánto tiempo llevaba así?
De todas formas, me miraba de una forma que nunca había visto...y en cuánto mis ojos conectaron con los suyos, el cambió su mirada a su lado derecho.

-Deberíamos continuar...está empezando a nevar cada vez más.- De nuevo me miró.

Asentí a lo que propuso.
Los dos íbamos caminado, uno al lado del otro.

Parece que aunque continúe nevando...sigo sintiendo el mismo calor desde el principio. Como si de un momento a otro tus vientos de invierno me llevan a la primavera en pocos segundos.

¿Qué es lo que pensaría Levi?
¿Siente él mismo calor?, ¿o tiene frío?
Levi...Levi no sé si estaría acostumbrado al frío, ¿entonces eso significa que sentiría calor? No sé...no sé y quiero saberlo.

-Oye Levi...- Rompí el silencio.— ¿Estás segura de lo que vas a preguntar _____?— D-Donde vivías antes...¿hacía calor?

-¿Mmh?- Me miró confuso.

- E-Es de decir.- Las palabras no me salían.- No sé si estás cómodo bajo el frío de esta noche.

-¿A qué te lleva pensar eso?

Eres imbécil _____. Aunque con vergüenza seguiría preguntando hasta obtener una respuesta.

-No sé, a lo mejor quieres que regresemos.- ¿Regresar? Eres la primera que se quiere quedar. Me estoy saliendo del margen.

-Tsk...- Levi sin girar su vista de mí, levantó su brazo para posar su mano algo más arriba de mi nuca y hacer que me adelante a su altura; con las preguntas había perdido el ritmo de sus pasos.- ¿Quieres irte ya?- Esta vez, clavó su vista en mí para verme de reojo.

- ¿Eh? N-No, estoy bien...- Bajé algo mi mirada, me daba algo de vergüenza.- Ahora, se está agradable Levi...

-La verdad que sí...- Él volvió a mirar al frente.

Subí mi mirada para verle sorprendida, ¿me ha transmitido su calor? No lo sé...pero aún así, de siente como si lo hubiese hecho.

Continuamos andando un trozo más hasta que una fuerte ventisca nos golpeó a los dos. 
Podría que estuviésemos bien, pero sin embargo el tiempo cada vez se volvía más peligroso y él y yo seguíamos aquí.

El fuerte viento me azotó tan fuerte que casi pierdo el equilibrio.
Estaba por caerme cuando note un mano sujetar mi cintura; Levi.
Todo su brazo cubierto por el abrigo que llevaba, me sujetaba la espalda para no caerme. Y mientras yo, me refugiaba en su pecho con mis brazos tapando mi rostro.

Cuando esa ventisca frenó algo, el pelinegro se separó algo de mi sin quitar su mano; simplemente para verme la cara.

-¿Estás bien?- Me preguntó mirándome.

-Estoy bien.

-Será mejor que vayamos a un lugar pronto.- Puso su mirada al frente.- El tiempo se está poniendo cada vez más inestable.

A pesar de querer notar su preocupación, él seguía con ese semblante serio que casi nunca desaparecía de él. Y digo casi nunca, porque cuando hace rato río ante mí, sentí que los ángeles cantaban al compás de su risa.