28. Como la primera vez

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—¿Estás en tu casa? Perdón por molestar si es que estás ocupada...

Cogí el teléfono, Sasha ya me dijo que no pasaría nada, que estaría todo bien y que las preocupaciones las dejara a parte. Que debía relajarme, por que después de todo, Jean es mi novio, ¿no?

Además, escuchar la voz de Jean después de tanto tiempo...

Sus llamadas perdidas, las veces que me dejó mensajes, y que yo simplemente los pasé de largo. Eso es lo que me preocupa, ni se ve muy animado solo por escuchar su voz a través del teléfono. 

Si, e-estoy disponible ahora.- Sasha de mientras me da apoyo a través de señales, según ella todo irá bien. 

Pasaré a buscarte en menos de una hora, ¿te parece? 

Entonces te estaré esperando. 

Colgó la llamada por su parte. 

—No sé Sasha...

—Ya te lo he dicho, no tienes nada de qué preocuparte, Jean es tu novio, él confía en ti.

—No quita el hecho de haberme acostado más de una vez con un hombre ajeno a él, y que de todas formas...haber pasado más de dos semanas— Sasha me interrumpió. 

—Casi un mes, creo que más.

—¿En serio? Cómo que un mes...

—Que yo sepa, la última vez que te viste con Jean fue a finales del mes pasado, ¿cierto?- Pensé y asentí.— Y si te das cuenta, ya ha pasado algo más de un mes. 

Dejé mi espalda caer sobre el sofá, el agobio me podía. 

—¿Ahora cómo crees que miraré a Jean a los ojos sin que nos hubiéramos visto hace más de un mes? Sin que le responda a los mensajes, ni a sus llamadas, ni que os preguntase por él, sin que ni siquiera me pasara a verle...

—Por eso mismo debes estar con él.—Apoyó sus manos sobre las mías haciendo que levantara cabeza.— Escúchame, sabes que tienes dos opciones en tus manos, puedes optar por contárselo o...ocultárselo. 

—¿Y cómo crees que puedo ocultárselo? Ni que fuera así de fácil después de todo.

Definitivamente, estaba más nerviosa que nunca. 

—Vamos...estuviste mucho tiempo pillada por él, os conocéis más que cualquiera. ¿eres consciente de que él te va a comprender mejor que nadie? Fue un conocido de casualidad, pasó a ser tu amigo, os llevabais genial, e incluso fuisteis muy cercanos el uno con el otro, no puedes decirme que no recuerdas eso.—y tenía razón, intentábamos estar lo más cerca posible entre ambos, cada uno era una parte del otro.— Céntrate en lo que fuisteis, sobre todo, eso es lo que cuenta. Es relevante que ahora seáis algo más que amigos, ¿verdad? Recuerda las veces que os escapasteis de noche a ver las estrellas, las veces que  bailaste con Jean en las fiestas, de las veces que Jean te abrazó sin avisarte, de todas esas veces que la sonrisa te salía tan facilmente...

Cómo es que ella lo ve ahora de esa manera tan dulce...y lo es. Era dulce estar con él, como los terrones de azúcar sobre el café. Juraría que el haber estado con él de la mano por ciertos momentos me trajo ese azúcar, convirtiendo mi vida más dulce temporalmente. 

—¿Recuerdas el día que él te trajo aquel regalo que tanto esperabas? Te emocionaste, y fuiste a abrazarle lo más fuerte que pudiste. Deberías haber visto su sonrisa. 

Y fue temporalmente, porque pronto llegó ese sabor amargo, un sabor que no llevaba terrones de azúcar por encima de mi café. Aquel momento incompresible fue él, el azabache. 

 𝐖𝐢𝐬𝐡𝐞𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora