29. Jean.

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—Me gusta escucharte, cuéntame...

Las miles de cosas que se me vinieron a la cabeza no sabía ni ordenarlas.

—Estuviste ocupada con los estudios, ¿verdad?

—Bastante...—dije entre duda.

Jean seguía sosteniendo mi mano, pero no había segundo en el que se me pasase volando por la mente la figura del pelinegro.
Era tener un deja vu. Un deja vu de cuando Levi y yo vinimos a pasear mientras nevaba, mientras me invitó al restaurante de Hange, mientras le sonreía como tonta y el copiaba mi acción, mientras me dejaba llevar por él...

—Yo...— Volví a hablar.

—Había pensando en que un día de estos podríamos salir a dónde a ti te apetezca, ¿te parece?

"Sabes que va a doler, cualquier cosa que pase sabes que va a doler, y lo sabes...por eso estás tan nerviosa. "

Las palabras de Sasha retumban en mí, y no sé qué es lo que verdaderamente tengo en mente.

—¿Te gustaría?— Acarícia mi mano con su pulgar mientras me mira de reojo, no soy capaz de aguantarle la mirada.

Como si fuera tan fácil decirte lo que pienso.
Como si fuera fácil decirte lo que siento.
Cómo si fuera fácil decirte a lo que verdaderamente me aferro.

Ese algo que lastimosamente no eres tú.

—No importa si sigues ocupada...encontraremos algun momento.

Y ya no quiero pensar.
No he dicho nada, y me culpo por todo lo que quisiera decir.

—Jean.

Que lo tenemos jodido.
Que si pudiera tenerte en otros brazos lo haría.
En otro brazos que no fueron culpables.

—Jean, no voy a poder ahora.— Pauso y pienso.— Yo es que...— Levanto algo más la vista y me fijo en aquellos preciosos iris.— Me gustaría haberte dicho hace mucho tiempo que no podía continuar aquello que siempre quise tener contigo.

No lo dudaría en su momento, le quise.
Y le quiero, pero no como antes.

Pero qué más da, apostarlo todo y tirarme al vacío. Dar mi corazón a lo que quiero, al que deseo.
Que más da, sentir nervios en la espina dorsal y jugarme la vida. Dar mi alma por aquel que pequé, por el que peco.
Y que más da, poder sentir su calor junto al mío que más da, si al que quise lo amé desde hace tiempo.

Le quise, durante una vida lo juro.
Me quedan otras seis en las que mis sentimientos variaron: encontré aquello que sin buscarlo llegó a mí.

Y oh dios, quien tenga razón o no, todo se hizo monótono.
Sabía que con el tiempo todo iría a cambiar, y ese "todo" llevaba grabado la palabra "nosotros" , que con el paso de los días pasó a ser "él y yo" por separado.

 𝐖𝐢𝐬𝐡𝐞𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora