𝐖𝐢𝐬𝐡𝐞𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

12. Un calor inigualable.

-¿A qué te refieres?- Le pregunté.

-Tú misma lo sabes.- Seguía sin mirarme y de brazos cruzados.

Bajé algo la cabeza por mis suposicones; sí, le había molestado que le llamase cabezota, pero eran puras realidades.

En aquel momento, una pareja entró al local.
Levi me echó un vistazo rápido, para luego levantarse y decir una cosa:

-Ahora vengo...- Dijo mientras se daba la vuelta.

Le veía plácidamente como tomaba nota cada cosa que los clientes deseaban.
Desde cuando Levi...¿se veía tan pacífico?

Su cabello caía en cascada por sus costados a la vez que su perfil era verdaderamente marcado. Un escalofrío me recorrió el cuerpo después de haberme quedado mirándole tanto tiempo.
Pero es que aún así...ese escalofrío me trajo un calor inigualable; de nuevo volvía a sentirlo.

Volví mi vista al envase de café que ahora estaba vacío.

Me resultaba tan complicado saber ordenar las cosas que pasaban por mi mente...que hasta los vientos de invierno traían mariposas.

Me sacó de mi nube cuando el azabache volvió a sentarse delante mía...esta vez me miraba fijamente, como si intentase saber que es lo que pensaba.

-Pareces desorientada.- ¿Desorientada?

Como le digo que necesito tener tiempo suficiente porque he quedado con Jean.

-No, no te creas.- Le dije en un tono sincero.

-¿Seguro?

-Sí, es solo que...- ¿Cómo se lo digo?

El Ackerman agachó más la cabeza para verme claramente y esperar a que continuase lo que tenía que decir.

-Es...nada, he...- No me salían las palabras.- He quedado con un amigo y no sé si me dará tiempo.- Lo solté.

Él seguía con la misma expresión.

-¿El chico que me dijiste el otro día?- ¿Cómo es que lo sabía?

Vaya...tú también eres intuitivo Levi...

- S-Sí.- Le dije, a lo que él asintió.

No me respondió ninguna otra cosa. Me quedé confusa por saber que él tenía curiosidad y al final...el pelinegro fue el que hizo la pregunta para después callarse.

Era incómodo. El miraba por la ventana y yo todavía no era capaz de levantar la vista por lo colorada que estaría de la vergüenza.

Y de nuevo...mi móvil comenzaba a sonar.
Lo cogí enseguida para que dejase de vibrar; ni me dio tiempo de ver quien era el que me llamaba.

-¿_____?- Era...era Jean.

-¡Oh!- Me sorprendí al oirle.- J-Jean...no esperaba q-que llamases...- Estaba nerviosa ya que Levi, digamos que no me miraba con una buena cara. Esto mismo hizo que girase mi vista a mi izquierda para pasar la menor vergüenza posible.

-¿Te parece si en un rato paso por ti?- Porque debe de coinciderme justo ahora...

-Eh...¡Sí! ¡S-Sí, me parece perfecto! ¡Te veo en un rato, Jean!- Intenté sonar lo más amable posible e intentar colgar pronto para no crear molestia al chico que tenía al frente.

Nada más colgar, solté un suspiro...me tenía que ir. Me tenía que ir y encima a penas tenía tiempo.

-Levi...- Me atreví a subir mi vista poco a poco y mirarle con inocencia.

-Luego te veo, tengo que seguir atendiendo.- Ni me miró. ¿En serio se había molestado?

Este mismo se levantó de su sitio al ir a atender al resto de clientes que acababan de entrar por la puerta.

Molesta, y bien molesta, me levanté de mi lugar para coger mi bolso y salir de ese lugar lo más pronto posible.
¿Cuando podré dejar de comportarme así? Mejor dicho, ¿porque él de un momento a otro cambia tanto su actitud?

Aunque me molestase, también no sabía lo que pensaba. Ya que después del tono en que lo había dicho y en su expresión, no sé, algo de miedo pasé por unos pocos segundos.

Y pensar que ahora mismo, según él, conozco una parte de su ser. Una parte de una celebridad, y que sin embargo, los fondos nos molestamos por simples tonterías.
Espera, ¿pero Levi realmente se molestó? ¿No le gustó? ¿Celos? Nada, imposible. ¿Y sí él a lo mejor solo tenía prisa? Mierda, y yo me he ido sin decirle nada.
No puedo dar ya vuelta atrás, porque mi portal lo tengo a la vuelta de la esquina.

Verdaderamente había dejado que el estrés me carcomiese. Y que de una manera u otra...no pudiese soltar todo lo que guardaba.

Me había comportado como una inútil.

¿Cómo se supone que puedo animarme después de los propias disgustos que me doy y que yo misma me los creo? Sinceramente, no sé en que pensar.
Lo único que deseo ahora, es que ese chico alto, aquel chico que quiero tanto...venga. Lo único que quiero ahora para olvidar el resto es eso, simplemente eso.

[...]

Tras cambiarme y ponerme algo más, ¿bonito? Supongo...
Noté como Jean llamó a mi puerta después de haber pasado por el portal...

Fue abrirla para notar como en sus mejillas aparecía un leve rubor.

-______, estás preciosa.- Estás mismas cosas hacían que en mi interior volaran miles de copos de nieve.

-Jean...- Sonreí con el mismo sonrojo que él tenía. Le miré algo cabizbaja para después lanzarme a sus brazos.- Había estado esperando tiempo a que me llamases...- Dije mientras escondía mi cabeza en el hueco de su cuello.
En aquel instante, sus manos fueron a abrazarme por mi espalda baja; apagándome más a él.

-Yo también...pero, estaba impaciente por llevarte.

-¿Por llevarme?- Levanté la vista con el ceño fruncido.

-Es por eso, que si tienes curiosidad, más vale que el tiempo que tengo contigo esta noche no se vaya...- Se separó más de mí y me agarró de la mano mientras bajábamos las escaleras.

-Jean...a donde es qu..- Me interrumpió.

-Si te lo digo, entonces no será sopresa.- Me abrió la puerta del copiloto. Y justo antes de cerrarla dijo una última cosa.- Llevaba tiempo esperando esto...

Espera.
¿Llevabas tiempo...esperando...esto?
Eso significa que...
No lo sé, no lo sé 

Lo único que puedo escuchar ahora mismo es como mi corazón palpita a un ritmo exagerado a la par que mi rostro se funde en una expresión de sorpresa extremadamente bonita.

A lo mejor...
Esta noche si voy a poder sentirle más cerca de mí.
Y lo deseo con tantas ansias, que no dejo de mirar el perfecto perfil que tiene.

A lo mejor...si voy a poder mirarte más de cerca este día.

A lo mejor, estos meses...esta espera, tendrá algo inigualable.