𝐖𝐢𝐬𝐡𝐞𝐬 | 𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

27. Nosotros.

Aquella mañana ella podría jurar que su cariño hacia él se habría elevado hasta las nubes.
Sus caricias, aquellas que le erizaban la piel.
Su voz, aquella que le enloquecía.

Todo aquello que él tenía, valía oro para ella.

(...)

Habrían pasado un par de dias desde entonces.
El fin de semana se me hizo muy corto, además de tener que volver a clases.
Y no es que fuera por eso el verdadero motivo del porqué me encontraba entre nervios.

El día que volví de la casa de Levi, al día siguiente por la mañana decidí llamar a Jean.
Y es que, aunque por un largo tiempo pude tenerle fuera de mi mente -aunque solo fuera en un pequeño rinconcito- debía al menos decirle algo...
Todos sus mensajes, llamadas perdidas, y seguramente su espera a que yo contestaste debía devolvérselo.
Y entre nervios...qué debo hacer, ni sé con qué cara mirar a Jean.
Parece que fue ayer cuando me pidió salir después de un largo tiempo, y en seguida, puede que me ocurriese la mejor aventura que tuve en mi vida.

Apenas es temprano, las clases no tardaran en empezar. Y mientras le doy vueltas, mis amigos me esperan a la puerta de la Universidad.
Igual que ellos no saben nada-aunque el que desapareciera de repente aquel día resulta algo extraño-aunque creo que Sasha lo sospecha, seguramente lo averigüe y me haré la sorprendida.

Total, a mi también me gustaría hablar con alguien de el hombre que verdaderamente está en mi cabeza.

Al igual que ella habla de Niccolo, casi se me escaparía soltar algo del azabache...

Pero incluso siento que aunque hace días le haya tenido en mis brazos, pareciera que estamos tan lejos...
Como si las edades importasen, y yo vivo en mi entorno y él en el suyo.

—Ya te esperaba, ¿tanto te tardas por las mañanas?— Sasha ya se andaba quejando a estar horas.

Iba entre ellos dos, la conversación era fluida y cruzaba los dedos que no nombrasen nada del otro día.
Estaba nerviosa sí, por ahora, por Jean y por todo.

A pesar de que las tres primeras clases que tuve no ocurrió nada interesante y que fueron de lo más normales, solo quedarían un par de horas más. De las cuales, debo de actuar lo más normal, porque si me muestro, todo dentro de mí está del revés.
Más nerviosa que nunca.

Los minutos pasan, y con ello la hora de por fin poder irme a casa y saber qué haré con Jean amenaza cada vez más.
Me levanto y me dirijo con Connie por el pasillo, mientras que Sasha supondría que saldría de su clase que estaría por acabar.

—Espérame aquí hasta que llegue Sasha, debo pedirle una parte del trabajo a Colt.—Dijo Connie con prisa.

Salió a paso rápido de allí, creo que todo estaba yendo bien y tal vez no debería de preocuparme de todo.

—¡Bu!— Me asustó Sasha por detrás mientras que sus manos estaban posadas en mis hombros.

—¡Sasha!— Me giré tras ella.

Se veía apoyada en los casilleros mientras que me miraba.

—¿Quién es?— Inquirió.