Wonwoo se encontraba muy feliz: el hecho de haber podido conseguir nuevamente el amor, o, al menos, intentar obtener el corazón de su hyung lo tenía por las nubes. Durante días estuvo planeando un viaje a China para pasar un mes con el castaño y hacerlo olvidar a ese niño que tan mal le hizo.
El menor, al leer ese mensaje, no esperó ni un segundo. Luego de tomar sus pertenencias, salió rápidamente hacia el lugar antes mencionado.
Al llegar, y esperar algunos minutos, varios alumnos empezaron a salir. Este se impacientaba porque iba a poder comentarle a su novio acerca del viaje, pero al percatarse de quién estaba saliendo del establecimiento, su sonrisa se borró al instante: el pequeño que había lastimado el corazón de su mayor se encontraba saliendo con pasos apresurados, como si estuviera evitando algo o a alguien. Sus miradas se cruzaron; miradas que sacaban chispas, y si las miradas mataran, ellos ya estarían muertos.
Cuando el pelinegro, luego de rodar sus ojos, apartó su mirada, detrás de otros estudiantes más, un agitado Jun llegaba deteniendo su veloz caminata al divisar a su pareja con un temple muy serio.
-Wonu, ¿por qué esa expresión? ¿Te encuentras bien? ¿He llegado muy tarde? Sucede que me quedé haciendo unos papeleos en el Studio.
El mayor no se había quedado haciendo nada de lo que decía, ni mucho menos: solo necesitaba algo que no consiguió.
FLASHBACK
Jun se levantó sin ánimos de ir al Studio, pero sabía que si no lo hacía, estaría rompiendo una promesa a su hermano, la cual era no abandonar sus sueños por una persona que no supiera valorar sus sentimientos.
Por ende, se duchó y partió hacia dicho lugar. Al llegar e ingresar a la sala de baile, se topó con una persona con la cual no hubiera querido cruzarse: un pequeño de quien aún seguía muy enamorado, pero por su bien, tenía que olvidarlo. Sin embargo, por más que lo intentaba, no podía: sabía que era más fuerte que él.La clase no iba muy bien. Lee Chan era muy prepotente: quería tener la razón en todo; se creía la persona más superior dentro del lugar; parecía que nunca hubiera existido aquel muchacho tan dulce que solía ser y eso lo ponía muy triste... Pensar que si nada malo hubiera pasado, él se hubiese encargado de hacerlo el chico más feliz sobre la faz de la tierra. Pero ese pensamiento ya se lo llevaría el viento.
Hoshi se había enojado por faltarle el respeto y al final de la clase, sin que nadie se lo hubiese esperado, pronunció las siguientes palabras:
“Este insulso establecimiento es más que una pérdida de tiempo. Yo no estoy para esta academia. Mejor sería renunciar, ya que al ser una estrella en ascenso no estoy para este lugar”.
Todos los que se hallaban dentro de la sala quedaron perplejos, paralizados. Wen no lo podía creer. Quería hablar con Chan sobre eso, pero para cuando salió, el pequeño ya no se encontraba en su campo visual; en cambio, un Wonwoo muy enfadado ocupaba su visión en ese momento.
FIN DEL FLASHBACK
-Junnie hyung. No, no estoy enfadado. Solo que estaba pensando en algo. Pero no importa, mejor vayamos rápido a su casa que quiero hablarle sobre mi grandiosa idea.
Y así, ambos jóvenes partieron hasta el hogar del mayor sin percatarse de que cierta persona estaba escuchando toda su conversación y esbozando una malévola sonrisa para nada amigable.
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Ya en el hogar Wen, luego de saludar a Hao y Hoshi, Jun y Wonwoo subieron a la habitación del chino mayor para platicar.
-Estamos aquí. Ya puedes decirme tu gran plan, Wonu- ambos tomaron asiento en la cama del castaño y el menor tomó la mano de este.
-Bueno... Estaba pensando que podríamos viajar. Es que como te encuentras tan estresado, quisiera agasajarte, pero no en cualquier lugar, sino en China: nuestro lugar, donde pasamos tantos momentos memorables e inolvidables. ¿Qué dices? ¿Aceptas?
Wonwoo se quedó mirándolo, esperando una respuesta que no tardó mucho en llegar:
-¡Es una estupenda idea! Pasar unos días en mi país me relajará.
O, al menos, eso esperaba; saliendo de Corea esperaba olvidar a cierto pequeño que no se podía quitar de la mente ni del corazón.
Luego de pasar una hora más juntos platicando sobre el viaje, el pelinegro se retiró, ya que estaba oscureciendo. El castaño lo acompañó hasta la puerta. Ya estando los dos fuera, el menor besó al mayor, dejándolo confundido pero siguiendo el beso como podía.
-Nos vemos mañana para hacer las maletas, Junnie. Te amo- y sin esperar respuestas de su hyung, se dirigió de camino hacia su hogar.
-Veo que te quedaste en blanco y ni siquiera le respondiste a su saludo- Ming Hao se encontraba en el umbral de la puerta de entrada, donde ambos hermanos ingresaron hasta el living.
Sentándose en un confortable sillón, el chino mayor le comentó al menor sobre el viaje.-Wonu quiere que vayamos de vacaciones a Shenzeng; dice es para relajarme y acepté- Jun esperaba que su hermano inventara una excusa para que se quedara, ya que no le caía nada bien su ex cuñado ,y ahora, nuevamente, su pareja. No obstante, para su sorpresa, no fue así:
-¡Me encanta la idea! Es más: podrías volver más relajado y visitar nuestra hermosa ciudad, esa donde vivimos tantas aventuras... Como aquella vez que me enseñaste a montar la bicicleta.
Ambos se quedaron pensando en ese acontecimiento con una sonrisa plasmada en el rostro.
Flashback
Dos niños, uno de siete y otro de ocho años de edad, se encontraban en el parque de su ciudad. El mayor le enseñaba a su hermano a mantener la estabilidad montado en su pequeña bicicleta:
-¡Junnie, por favor no me sueltes! No quiero lastimarme.
El pequeño Ming Hao quería adquirir esa habilidad, como ya lo hacía su hermano, para luego poder pasear ambos sin que los demás niños lo tratasen como a un niñito, ya que, según él, era muy grande.
-Jamás te dejaría caer, Minggie. Siempre voy a estar para sostenerte. Y si te llegaras a caer, levantarte. Recuerda que los hermanos se apoyan- y con esas palabras de aliento, continuaron con su labor de enseñanza-aprendizaje respectivamente.
Jun soltó a su hermano de la bicicleta. Después de muchos intentos, en los que Ming se caía, al fin había logrado su cometido: hacer que su hermanito anduviera solo, sin ayuda alguna.
-¡¡Mira, Junnie!! ¡¡Lo estoy haciendo solo, como todo un niño grande!! Gracias, hermano. Eres el mejor. Te amo.
Las palabras del pequeño Ming Hao hicieron sonreír de ternura al mayor, quien estaba orgulloso de su pequeño Hao Hao.
Fin del flashback
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El efecto mariposa (JuNo/H8shi)
FanfictionA medida que los protagonistas y antagonistas deciden tomar decisiones que, creen, son insignificantes, desatan una serie de eventos futuros que conllevarán a resultados inesperados, graves, dolorosos y hasta mortales. Una historia de amor-odio dond...