El efecto mariposa (JuNo/H8shi)

Capítulo 21

Wonwoo se dirigía hacia la casa de Jun Hui dispuesto a todo y con un único propósito: conquistar nuevamente a su mayor.

A cuatro casas de llegar al hogar del chino, divisó que este estaba saliendo de su hogar. Así que, apurando el paso, casi corriendo, llegó al lado del mayor.

-Junnie, ¿a d-dónde te dirigías s-sin tu Wonu?- indagó el coreano, pasando su brazo por encima del hombro del chino para recobrar las fuerzas por haberse apresurado.

-Ah, Wonwoo, solo iba a caminar para despejar mi mente- replicó el mayor, tendiéndole una botella de agua al menor para que calmara su respiración.

-G-gracias. Lo necesitaba- Wonwoo le devolvió la botella a Jun -¿Puedo acompañarte? De esta manera podrías darme un tour por Seúl-.

Jun Hui accedió. Tal vez así podría despejar su mente y olvidarse aunque sea un día de Chan.

Jun había llevado a Wonwoo a su lugar favorito para despejarse y poder pasar un buen rato.

-Bueno, llegamos- replicó el mayor, deteniéndose justo en frente de un hermoso lugar -. Te presento la bella Insadong, mi lugar predilecto para pasarlo genial.

-Es un muy lindo lugar. Tiene un poco la esencia de Changwon pero más sofisticado- replicó el menor, tomando el brazo de su hyung, envolviéndolo en el suyo y así continuaron su recorrido.

-Vayamos a Eat Street Food. Allí sirven mi postre favorito: galleta de maíz- se exaltó el mayor, zafándose sutilmente del brazo del menor y dirigiéndose hacía el puesto para comprar, seguido por el menor, el cual no se resistió ante lo adorable que se veía el mayor al esbozar una pequeña risa.

-Pero esto no es una galleta- replicó Wonwoo, viendo con más detenimiento el dulce que llevaba en su mano.

-Es que ese es el nombre que le dieron, pero en realidad es el cono de helado revuelto con rellenos dulces- el chino no pudo evitar reírse del coreano, ya que la primera vez que este también lo pidió reaccionó de la misma manera que el menor. Investigó luego el origen del raro postre.

-Wow, nunca me lo hubiera imaginado. Pero debo decir que es realmente delicioso. No tanto como el pastel de luna que comíamos en China, nuestro favorito. Pero me gusta-.

Después de estar recorriendo durante media hora tiendas de artesanía, bazar y florerias, el mayor decidió llevar al menor a su lugar favorito de todo Insadong: Beautiful Tea Museum (tienda y museo del té, todo en uno), lugar donde exhibían una variedad de té, ya fuera chino, coreano, japonés y demás. También aparecían obras de arte de cerámica y exhibiciones que narraban la historia del consumo de té.

Cuando ingresaron al lugar, se inclinaron en una reverencia a la dueña del lugar y tomaron asiento en los almohadones a los costados de la pequeña mesa. Ordenaron dos tés chinos. Mientras los bebían, también ponían atención a las narraciones. Cuando salieron del lugar, no pudieron no hablar sobre China y lo mucho que extrañaban estar allí, aunque fuese un día, pues si bien Wonwoo no había nacido allí, se había criado desde pequeño en ese país, ya que a su padre le habían ofrecido un mejor puesto de trabajo cuando él tenía solo tres años de edad.

Siguieron su recorrido hasta toparse con Ssamzie Gil Market.
Cuando se acercaron hasta allí, grande fue la sorpresa del menor al visualizar todo lo que allí se encontraba. Mientras más se adentraban, más se sorprendía con la gran cantidad de extraordinarias tiendas de la mejor ropa; tiendas de cerámicas, muebles, comida y artículos coreanos únicos en su tipo. Entraron a una de las tiendas de ropa donde Wonwoo quería comprarse un nuevo atuendo, pero lo que más deseaba era cambiar un poco su look para así poder impresionar más a su hyung. No se decidía cuál atuendo sería el adecuado. Casi soltó un grito por la frustración de no saber qué le quedaría genial para poder iniciar su plan de conquista. Pero luego de pensarlo un buen rato, una gran idea se le ocurrió: por qué no pedirle una opinión a su hyung de qué le quedaría muy bien y así mataba dos pájaros de un tiro: que su hyung eligiera su vestuario para así poder conquistarlo luciendo como a este le gustaba.

El menor se encontraba muy contento, ya que en su cabeza se mentalizaba su salida con Jun como una cita, pero a veces las cosas no salen como uno se lo propone. El menor había ido al baño quedando el mayor sentado en una banca del lugar esperándolo de regreso. Este estaba tomándose selfies, probando los nuevos filtros de Snapchat cuando una llamada interrumpió su sesión fotográfica.

Al percatarse de que era Chan el que lo estaba llamando, quiso atender, pero antes de poder siquiera deslizar para contestar, el menor había cortado la llamada, dejando con una gran duda al mayor.

Cuando el coreano salió del baño, se entristeció ya que su hyung le dijo que ya tenían que volver porque tenía que resolver un asunto urgente con su hermano. Wonwoo no era ningún estúpido: él ya sabía que Jun nunca dejaría una salida solo porque Ming Hao lo había llamado urgentemente. Aún más: el menor ya sabía por quién verdaderamente el chino saldría corriendo. Sí: el niñato de Lee Chan.

Al dejar a Wonwoo en la puerta de su hogar, Jun Hui se dirigió rápidamente hacia el departamento donde se alojaba Dino con sus hermanos y su cuñado. Al llegar, fue recibido por el mismo Chan. Jun casi cayó de espaldas: el pequeño que recordaba con el cabello rosa y personalidad muy dulce se había transformado en un chico totalmente diferente, y no era que al mayor le molestara pero este nuevo Chan lo había dejado más embobado que antes.

-C-channie, e-estás muy hermoso- el chino se quedó boquiabierto divisando de arriba hacia abajo al pelinegro sin poder decir palabra alguna.

-¿Qué quiere? Hable rápido que mi tiempo vale oro y no estoy para desperdiciarlo, menos en usted- esas palabras habían herido al mayor, pero como pudo las hizo a un lado y prosiguió a contestarle.

-Y-yo quería saber p-por qué me habías llamad- Jun Hui no había podido continuar con la plática ya que un joven muy alto y de tes morena lo había interrumpido.

-Chan, mi amor, ¿quién es este y qué quiere aquí contigo?- replicó el alto, abrazando al menor por detrás, sujetando posesivamente su cintura.