Capítulo 4

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Estando cerca de Hoshi, escuchando sus dulces palabras de confort y cariño, todo su universo era paradisiaco. No recordaba Chan cuándo había sido la última vez que sus brazos se entrelazaron alrededor de los de su enamorado, oyendo los latidos de su corazón, enamorándolo más y más en cada susurro, cada abrazo. A fin de cuentas, todo lo que había planeado, salió tal y como lo había pensado.

-Últimamente me siento muy solo- explicó Chan con un nudo en la garganta.

-Pero Channie, bebé, yo siempre estoy para ti- respondía Hoshi mientras acariciaba suave y lentamente la cabellera de Dino.

-Hoy no- dijo, y comenzó a soltar lágrimas de tristeza y dolor mientras su frágil corazón se quebraba en miles de fragmentos.

Al verlo llorar, Hoshi lo tomó suavemente de la barbilla con la yema de los dedos y le levantó la mirada, forzando un contacto visual. La respiración de Chan se volvió más profunda.

-Secaré estas lágrimas por ti- dijo Hoshi mientras lo hacía.

-No es suficiente- se quejó Chan, pensando en pedirle que lo besara. No obstante, añadió: -. Deberías haberte quedado con tu nuevo alumno en lugar de perder tu tiempo conmigo.

Al haberse escuchado a sí mismo, Chan notó que eso fue algo que no debió haber dicho.

-Perdón, hyung. Gracias por haberte preocupado por mí.

Chan se caminó hacia donde tenía ubicadas sus pertenencias, las agarró y se dirigió con celeridad hacia la puerta de salida de la institución. Sin embargo, una voz que le era familiar lo detuvo justo antes de poder salir:

-¡No me interesa! ¡No debiste haber tratado al instructor Chan de esa manera!

En ese preciso instante, Dino pudo notar que quien estaba hablando era Jun, el estudiante recién llegado de China. Aunque pensó en intervenir debido a que estaban hablando de él, prefirió escuchar.

-En lugar de haberle hablado de ese modo tan irrespetuoso, podrías haber pedido una disculpa sincera porque no llegaste a horario- el tono de Jun, el hermano mayor, era tan contundente como el de una madre que reprende a su niño.

Hao suspiró, como haciendo caso omiso de lo que se le estaba diciendo.

-¡No suspires y haz lo que te he dicho!

-Acaso... ¿sientes algo por él?- preguntó Hao de manera burlona.

-¡¿Qué?!- respondió Jun estando levemente ruborizado - ¡De ninguna manera! Él es un superior y lo respeto. Tú deberías hacer lo mismo.

-No me interesa pedir perdón a alguien solamente porque estás comenzando a enamorarte.

-¡No es eso!- gritó Jun.

-Si levantas la voz es porque yo tengo razón. De todas maneras, no entiendo qué le has visto a ese enano.

-¡No te refieras así!

-A él le gusta nuestro profesor Kwon, ¿sabías?- preguntó sin intención de herir a su hermano. Luego agregó: -Pero eso no va a pasar.

-¿Qué?- indagó Jun con mucha intriga.

-Durante el tiempo que hablé con Kwon, sentí una gran conexión entre nosotros. Así que lo invité a almorzar este fin de semana, y él accedió.

Cuando Jun estaba por responder, fue interrumpido por un sonido extraño que provenía del exterior. Ambos, Jun y Hao, se acercaron a la puerta para ver de qué se trataba pero no vieron nada.

Al llegar Chan a su casa, saludó a sus hermanos y se apresuró a subir a su habitación, a tomar su celular y a escribirle un mensaje a su hyung:

Dino: Hola, hyung. ¿Cómo estás? Quería preguntarte si nuestra salida del sábado sigue en pie.

Mientras esperaba la respuesta, su hermano, Woozi, entró en su cuarto.

-¿Te encuentras bien?- le preguntó al menor, ya que lo notó con un comportamiento poco usual cuando llegó del Studio Kwon.

-Sí- respondió Chan de una manera poco convincente.

En ese momento, su celular sonó. El mensaje era de Hoshi, y decía:

Hoshi: Hola, Channie, bebé. Lo siento pero me ha surgido un inconveniente y no podré ir. Estaba por avisarte.

Al leer eso, Chan no pudo dar respuesta alguna, así como tampoco pudo evitar romper en llanto. Había confirmado, destruido completamente por dentro, que él no le era correspondido; que todo el amor que le tenía, debía guardárselo, ocultarlo. Woozi, entonces se sentó a su lado, lo abrazó y le dijo:

-Deberías decirle lo que sientes por él.

-No puedo- respondió con un fuerte nudo en la garganta, mientras sus lágrimas caían como gotas de lluvia en una tormenta.

-¿Por qué? Si no se lo dices, nunca sabrás qué es lo que él siente.

-Tengo miedo de perderlo; de perder su cariño; de que ya no quiera verme, abrazarme, hablarme. Temo que todo lo que construimos se derrumbe por mi causa; por causa de estos sentimientos horribles que tengo.

Chan no podía cesar su llanto, y solo se aferraba con fuerza a su hermano.

-No quiero sentir más esto. No quiero que nadie se sienta decepcionado de mí. Ni tú, ni Seok Min, ni mamá, ni papá tampoco.

-Tus sentimientos jamás podrían ser un motivo para que me decepciones- explicó rápidamente Woozi.

-Pero... ¿y nuestro padre?

La respiración de Chan comenzó a acelerarse demasiado, y se sentía mareado; sus brazos temblaban tanto como su voz.

-Si él no es capaz de aceptarte, entonces es un idiota. De todas formas, no te adelantes. Siempre que quieras, yo puedo ayudarte a hablar con él y tratar esto. Ahora solo intenta calmarte y luego duerme un poco.

En la habitación, la conversación cesó. Chan se mantuvo sollozando durante un rato muy largo, y Woozi lo acompaño hasta que al fin pudo tranquilizarse.

-Muchas gracias por estar conmigo, por escucharme y entenderme- dijo Dino mientras secaba sus lágrimas. Luego añadió, como muy pocas veces lo hacía: -. Te quiero.

-Yo también te quiero- le respondió sonriendo.

A los pocos minutos, Chan se durmió sobre el regazo de su hermano.

El efecto mariposa (JuNo/H8shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora