Durante el viaje, Wonwoo no podía dejar de pensar en cómo se sentiría Jun, pues se hallaba muy pensativo y callado. En reiteradas ocasiones, pensó en hablar con él, distraerlo, pero supuso que no estaría de humor para ello. Además, ya estaban por arribar.
Una vez que bajaron del avión y realizaron el checkout, decidieron pasar por la casa de Wonwoo. Cuando llegaron, el dueño del hogar sentía algo de nervios, pues no sabía qué pensaría Jun de estar en tan pequeño habitáculo a comparación de su lujosa casa. Sin embargo, al poco tiempo, notó que ése aún seguía disperso y no estaba prestando mayor atención a su entorno. Era momento de que hablaran. Wonwoo tomó la palabra:
-Jun, amor, ¿qué sucede?
Al oír su nombre, el mayor se sobresaltó. Sin siquiera pensar en su respuesta dijo:
-Es que extraño mucho a...
-Tu hermano- interrumpió el menor.
Repentinamente, Jun notó que estaba por decir el nombre de su ex amante; notó, también, que últimamente su mente se estaba intoxicando al igual que su corazón y su conciencia.
-Sí- mintió, mientras se le hacía un nudo en la garganta.
El menor se acercó a abrazarlo. Jun sintió que algo en su interior se quebraba, pero a su vez se transformaba. Entonces comenzó a sollozar y decidió corresponder al abrazo de Wonwoo. Luego de unos minutos, sintiendo que era lo que debía decir, soltó:
-Jun, precioso, cuando quieras podemos ir a tu hogar para que descanses.
-Creo que eso sería lo mejor- respondió el mayor, secándose las lágrimas.
Wonwoo dejó todo su equipaje en la habitación y luego procedió a acompañar a su amor hasta su hogar.
Caminaron, sin mediar muchas palabras, pero también sin incomodidades: era como si el silencio fuese su mejor opción en ese momento.
-Recogeré mis pertenencias de tu hogar pronto, para que no te molesten- dijo Jun de repente.
-No me molestan, para nada, amorcito. De hecho, puedes pasar cuando quieras o enviar a alguien para que las retire- sonrió cálidamente el menor, encontrándose también con un Jun que esbozaba una leve sonrisa.
-Muchas gracias, amor.
Esta última palabra produjo en Wonwoo una sensación de euforia indescriptible; sentía que lentamente estaba borrando el nombre de Lee Chan del corazón de su hyung.
Unos cuantos minutos pasaron hasta que finalmente estaban próximos a la casa de Jun. Ambos sentían que necesitaban llegar. Cuando se hallaban solo a unos centímetros de su destino, oyeron unos sonidos extraños provenientes del interior. Ninguno de ellos podían dilucidar de qué se trataba; qué estaba sucediendo allí exactamente. Por ende, decidieron acercarse con cautela, siendo Wonwoo quien finalmente golpeó la puerta. Al paso de unos segundos de absoluto silencio, el coreano volvió a reiterar su anterior accionar, esta vez con más insistencia.
-¡Un momento!- gritó Hao desde adentro.
Al oírlo, Wonwoo se calmó y señalizó a Jun que todo estaba bien. Entonces, este último se acercó. El menor de los chinos abrió la puerta, sin percatarse de que su hermano también estaba afuera, esperando.
-¡Hao!- dijo Jun con notoria alegría, tirándose sobre los brazos de su hermanito para unirse en un tibio abrazo.
Al ver de reojo, notó una presencia inesperada: Kwon Soon Young se hallaba sentado en el sofá, notablemente incómodo e, incluso, un tanto molesto. Sabía, obviamente, que su presencia le producía eso.
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El efecto mariposa (JuNo/H8shi)
FanfictionA medida que los protagonistas y antagonistas deciden tomar decisiones que, creen, son insignificantes, desatan una serie de eventos futuros que conllevarán a resultados inesperados, graves, dolorosos y hasta mortales. Una historia de amor-odio dond...