El efecto mariposa (JuNo/H8shi)

Capítulo 18

¿Quién es?- preguntó Hoshi.

-Solía ser mi cuñado- respondió Hao haciendo una mueca de disgusto.

-¿Solía ser?- indagó retóricamente Wonwoo.

-Jun no vive en esta en casa- dijo el chino.

Wonwoo conocía mucho a Hao, y sabía que jamás lo quiso para su hermano; sabía que haría lo que fuese para evitar que se reencontrara con su amado Jun; sabía, como tantas otras cosas, que Hao estaba mintiendo.

-Me iré por ahora- dijo Wonwoo -pero volveré.

-Por supuesto que lo harás- respondió Hao, dándole a entender a Wonwoo que era una molestia. Luego, le cerró la puerta en la cara.

-¿Por qué lo odias tanto?- preguntó Hoshi, sin entender bien sus razones.

No era el sentimiento correcto. De todas maneras, Hao no podía explicarle a su novio que Wonwoo era el más grande error de su ecuación.

-No soy muy empático con casi nadie. Simplemente me cuesta llevarme bien con las personas- el chino, incluso sin notarlo, no mentía.

-Sé perfectamente que aún no se ha ido- continuó Hao.

Acto seguido, se aproximó a la ventana que tenía cerca de la entrada. Lo que vio en ese instante, le heló la sangre: Jun y Wonwoo, uno frente a otro, asombrados.

-Wonwoo...- Jun soltó algunas lágrimas y rápidamente abrazó a su ex-novio.

Para Hao era la pesadilla más grande a la que pudo haber sido expuesto en la vida real: si ellos volvían a salir como antes lo hacían, la delicada y detallada ecuación suya resultaría en desastre.

-No sabes cuánto te he extrañado- decía Wonwoo.

-Me hace muy feliz que puedas venir a visitarnos- Jun sonreía genuinamente.

Mientras, Hao se relajaba pues no había siquiera pensado en el hecho de que Wonwoo partiría de regreso en cuestión de días.

-No, Junnie hermoso- el coreano tomó a Jun de las manos -: he venido para quedarme a tu lado. No volveré.

Al oír eso, Hao sintió cómo todo lo que construyó se derrumbaba en cuestión de segundos.

-¿Qué?- Jun se sentía confundido.
-En todo este tiempo pude darme cuenta de cuánta falta haces en mi vida- dijo Wonwoo mientras acariciaba la suave cabellera de Jun.

-¡Qué romántico!- expresó Hoshi mientras veía a Jun y Wonwoo desde la ventana, junto con Hao.

En la imaginación (o vaticinio) del chino menor, si su hermano comenzaba a salir con Wonwoo, Chan, estando herido, recurriría a Hoshi. Este último, sensible, correspondería al diálogo. ¿Qué tal si hablaban acerca de lo que Hao le dijo a Chan? ¿Y si descubría que su pleito fue montado por el chino? Lo odiaría, definitivamente, y Hao realmente amaba a Hoshi: no se perdonaría jamás eso. Su vida volvería, como antes, a estar destruida por completo.

-No es romántico. Él no es una buena persona- respondió Hao.

-Pues no lo aparenta.

-¿No has oído la frase "no te guíes por las apariencias"? Pues ese hombre de allí es actor. Puede engañar a cualquiera pero no a mí- Hao quería que su amado desconfiara de Wonwoo.

-Te he echado mucho de menos, no puedo negártelo- explicó Jun.

-Aún sigo amándote; ¡jamás dejé de hacerlo!- el corazón del coreano latía con mucha intensidad. Luego añadió:- ¿Qué hay de ti?

Jun estaba perplejo: dentro suyo aún sentía un gran afecto por Wonwoo, pues los recuerdos de su pasado lo enternecían; no obstante, a su vez, no podía confirmar que eso realmente fuese amor.

-¿Jun?- preguntó Dino, quien había llegado al horario que acordó con el chino.

Jun, al oír su voz, rápidamente separó las manos de las de Wonwoo.

-¿Quién es él?- indagó el coreano mayor.

-Él es Lee Chan, futuro instructor de baile; es mi amigo- explicó Jun.

Esta última palabra hizo ruido en los sentimientos de Dino.

-Mucho gusto. Mi nombre es Wonwoo. Soy el...- justo cuando estaba por pronunciar la palabra novio, fue interrumpido por Hao.

-No sé qué haces aquí, sinceramente.

-Bien, ya que estoy aquí- dijo Wonwoo, ignorando completamente a Hao- podríamos salir a algún lado.

-Pero...- objetó Jun.

-No te preocupes- exclamó Chan con cierta ira; con muchos celos.

-Vamos- dijo Wonwoo, tomando de la mano a Jun y prácticamente llevándoselo a la fuerza.

Chan solo observó, esperando que Hao riera ante la situación. Sin embargo, su reacción fue totalmente distinta: se veía preocupado y ansioso. Más allá de eso, decidió hacer algo que jamás creyó que haría alguna vez en su vida: siguió a Jun y Wonwoo. Durante las primeras horas, no notó nada particularmente extraño.

-Extrañaba mucho esto- dijo Wonwoo, y abrazó a Jun, quien correspondió sin muchas dudas mientras disfrutaba de su bebida.

Chan sintió un gran fuego en su interior: el infierno se manifestó en él como un nudo indescriptible en su garganta.

-Si lo amas a él y no a mí... Espero que no me hayas estado mintiendo; que no hayas estado practicando conmigo para conquistar a alguien más; que no me hayas utilizado. Por tu bien, espero que no hayas jugado con mis sentimientos.

-Tienes algo... aquí- Wonwoo señaló su propio labio inferior, como indicando dónde estaba lo que él quería mostrar. Antes de que Jun limpiara esa mancha, Wonwoo se levantó de su asiento, tomo suavemente a Jun de la nuca con su mano izquierda y limpio su boca con la mano derecha. Su proximidad era mínima; casi parecía un beso. Desde la perspectiva de Chan, eso efectivamente era un ósculo.

-¡Moon Junhui!- gritó Chan con todas sus fuerzas.

-¡Channie!- Jun estaba perplejo, pues no sabía que el joven estaba allí.

-¡¿Así que todo nuestro viaje, todo nuestro supuesto amor era una nefasta mentira?!- Chan lloraba mientras elevaba su voz.

-¡No, bebé, no es así! Sucede que- fue interrumpido.

-¡¡No me importa nada de lo que tengas para decir, así que mejor cállate!!

-No es lo que crees- intentó explicar. Agregó después: -. Por favor, no me odies. Esto tiene explicación- Jun estaba muy nervioso.

-¡Sí, por supuesto que la tiene: te estabas besando con ese idiota y solo me usaste para saber qué hacer para conquistarlo!- calmó su respiración y luego, con un tono frío y seco, dijo: -. En cuanto a lo otro, no te preocupes: el odio es un sentimiento y yo por ti no siento nada.

Luego de haber dicho eso, salió corriendo en una dirección no definida, solo con la finalidad de no ser encontrado por nadie. Cuando se perdió lo suficiente, se detuvo y comenzó a pensar.

-No puedo creer que por un momento pensé y creí realmente que él no era como su hermano.. ¡Qué estúpido soy!

Después, tapó su rostro con las manos mientras las lágrimas caían como gotas de lluvia: su corazón estaba hecho trizas, como nunca.

-Jamás permitiré que vuelvan a hacerme algo semejante. A partir de ahora, se acabó el tonto de Chan; hoy nace un Chan nuevo... Un Chan listo para destruir a todos los que alguna vez me hirieron. De ahora en adelante, pagarán muy caro por haberme hecho esto. Y sé perfectamente cómo comenzar con mi venganza.