Capítulo 15- parte 2/2

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Al llegar a su próximo destino, se percataron de que se trataba de un templo que, al ingresar, se encontraban con un enorme balcón de madera donde podían disfrutar del maravilloso paisaje de Kioto.

-Japón es maravilloso. Nunca va a dejar de sorprenderme. Me encanta mucho- replicó el menor, deleitándose con tan hermoso paisaje.

-Mira, Channie: por allí, en ese santuario, hay una cascada. Vayamos- el mayor llevó de la mano al menor hacia aquel lugar. Al llegar, la persona encargada les explicó a todos los que habían llegado de qué se trataba y Chan, a su vez, le explicó a Jun, pues este no sabía nada de japonés.

-Esta cascada no es como las demás: esta es mágica. Uno de ustedes se acerca hacia ella y tiene que beber de uno de los tres flujos. En cada uno se esconde un deseo: si elijen beber del primero, se le concederá un deseo; lo mismo sucede con las otras dos corrientes. Al finalizar, en la salida, les vamos a entregar un folleto donde podrán corroborar qué deseo se les va a conceder. Pero está terminantemente prohibido beber de todas. Bueno, dicho todo esto, pueden acercarse las primeras dos personas-.

Cuando el encargado terminó de explicar de qué se trataba, Jun y Chan fueron los primeros en poder beber de la cascada: el menor intuyó que la primera, solo por ser primera, tendría que conceder algo estupendo. Así que bebió de ese flujo; el mayor, en cambio, se decidió por un impulso a beber de la segunda. Al terminar todo aquello, se retiraron del santuario, no sin antes recibir el folleto de los deseos.

-Veamos, voy a leerlo- replicó el menor, teniendo el folleto en sus manos -. Si bebiste del primer flujo, obtendrás el mayor de los éxitos. ¡Felicitaciones!, tendrás muy buena fortuna. Sin embargo, debes tener cuidado: ¡no seas ambicioso! Si bebiste del segundo flujo, ¡felicitaciones!, tendrás amor; llevarás una vida al lado de esa persona especial. Sean felices- luego de que supieran sus deseos y festejaran por sus fortunas en el éxito y amor, continuaron con su recorrido.

Mientras caminaban tomados de las manos, iban perdidos cada uno en sus pensamientos: el mayor se mentalizaba en que ese deseo tenía que ser obra del destino, para que de una vez por todas se le declarara al menor; por la cabeza de Chan pasaban las posibilidades de ser famoso y reconocido, incluso hasta más que su propio hermano. Estaba muy feliz con esa idea, pero aún no comprendía esa advertencia al final de no ser ambicioso.

Luego de dejar atrás sus pensamientos y volviendo a su realidad, partieron hacia su próximo destino: el tren de Sagano. No sin antes pasar por una tienda de amuletos que habían descubierto tratando de buscar la salida. Estos ingresaron y, recorriendo el lugar, decidieron comprar un anillo de gato para cada uno, el cual era de la suerte, reemplazando así el de flores que llevaban puesto.

 Estos ingresaron y, recorriendo el lugar, decidieron comprar un anillo de gato para cada uno, el cual era de la suerte, reemplazando así el de flores que llevaban puesto

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Al llegar y divisar el lugar, se percataron de que el tren era muy hermoso y acogedor. Al ingresar, era aún más lindo de lo que se hubieran imaginado.

 Al ingresar, era aún más lindo de lo que se hubieran imaginado

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El efecto mariposa (JuNo/H8shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora