Chan estaba sorprendido y, de cierta manera, decepcionado de que un niño, por el solo hecho de ser rico y el hijo del dueño, tuviese la misma oportunidad que él sin siquiera haber pasado por un proceso de formación profesional.
-¿Acaso sabrá cantar, bailar, actuar, rapear? Y su aspecto... Es decir, cuán hermoso puede llegar a ser siendo el hijo de un viejo como el que está frente a mí- pensaba Chan -. Puede que sea percibido como algo superficial, pero esto se trata del público: uno debe cumplir con un estándar de belleza, lamentablemente.
-Hoy quisiera presentarlo formalmente a todos ustedes. Él, mi hijo, será el próximo gran modelo de esta prestigiosa empresa, KIM Entertainment.
Chan evitó reír a carcajadas, o al menos evitaría hacerlo mientras estuviese frente a su jefe.
-Él es Kim Mingyu.
Al abrirse una puerta negra cerca de ellos, un joven alto, de tez morena, bien vestido y con un rostro precioso y angelical salió y saludó a todos con una reverencia.
-Hola. Sé que ya me conocen pero... -algo lo interrumpió momentáneamente y luego continuó con un poco de temblor en su voz- soy Kim Mingyu. Un gusto conocerlos.
Chan, perceptivo, notó la razón por la cual Mingyu había perdido el habla durante unos segundos: habían cruzado miradas.
-Igualmente- respondió Chan, acercándose de manera sutilmente coqueta hacia su mayor.
Él corazón de Mingyu latía con la fuerza de un terremoto y se derretía como si en un volcán estuviese.
-Bien- dijo el padre de Mingyu- dejaré que conversen con tranquilidad.
-Eres realmente muy atractivo- dijo Chan sin preámbulo alguno.
Mingyu no pudo evitar que su nerviosismo delatara cuánto le encantaba el menor.
-Gracias- respondió, mientras su respiración se tornaba pesada, sus manos sudaban y sentía una extraña sensación eléctrica que lo invadía con celeridad.
Chan, habiendo confirmado lo que creía, se aproximó al oído de Mingyu y susurró con voz dulce:
-Espero que nos llevemos bien- luego lo besó en la mejilla.
El mayor no tenía palabras; sentía que estaba en uno de esos fantásticos sueños en donde todo parecía perfecto hasta que algo terminaba por despertarlo. Excepto que era real y eso no pasaría: no despertaría de esta realidad soñada.
Chan estaba por salir, dando su conversación por concluida, esperando a que Mingyu lo interrumpiera con alguna excusa para que pudieran continuar platicando.
-Espera- la voz del mayor fue gloriosa para Chan, quien podía dar continuidad a su plan.
-¿Sí?- respondió el menor.
La habitación de inundó con un silencio ensordecedor, pues Mingyu no sabía qué decir, tal y como Chan lo esperaba.
-Sabes... - el menor rompió la incomodidad del momento -eres muy agradable en verdad. Me gustaría invitarte a almorzar en mi casa mañana, si es que no estás ocup...
-No- respondió bruscamente Mingyu, interrumpiendo a Chan, quien estaba perplejo.
-Lo siento- Chan estaba confundido debido a la extraña respuesta del mayor - quizá es muy apresurado...
-¿Qué?- dijo Mingyu -Me refiero a que mañana no estoy ocupado en lo absoluto y que amaría realmente pasar tiempo contigo y conocerte mejor.
Chan sonrió, aliviado y feliz de escuchar eso.
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El efecto mariposa (JuNo/H8shi)
Hayran KurguA medida que los protagonistas y antagonistas deciden tomar decisiones que, creen, son insignificantes, desatan una serie de eventos futuros que conllevarán a resultados inesperados, graves, dolorosos y hasta mortales. Una historia de amor-odio dond...