El efecto mariposa (JuNo/H8shi)

Capítulo 3

-Jun, ya que no estás listo aún, voy adelantarme porque tenemos que llenar formularios. Por ende, debemos estar 30 minutos antes. Igual, no te preocupes que los lleno por ti- gritaba desde la sala el chino menor a su hermano que no salía del baño por activar su despertador quince minutos más, hasta no escucharlo, y al final ser levantado tarde por un exaltado hermano menor.

El chino mayor trató de apresurarse y prepararse, algo que le costó desde siempre, ya que su belleza no era fácil de producir pues él era un gran narcisista.

Cuando ya estaba listo, tomó su mochila y, a paso rápido, fue directo hacia el establecimiento.
Al llegar, buscó a Hao en la recepción. Ya que no lo vio, supuso que, como era tarde, estaría ya en el salón de clases.
Al golpear la puerta, y esta al ser abierta, el chino se quedó estático: el corazón le latía a mil; esa escena que había visto tantas veces en series y películas... ¡No podía creer que le estuviera pasando justo en ese instante! Era amor a primera vista.

Ya en la clase, aprovechando que cierto chino menor no se encontraba presente, la misma transcurrió muy bien. A decir verdad, no le pudo quitar la vista de encima al profesor quien, después supo Jun, era suplente. Pero eso no quitaba el hecho de que este lo hacía de maravilla: sus movimientos envolvían en un vaivén de sentimientos a Jun Hui. Aún más lo alegró cuando mostró unos movimientos y Chan le dijo que lo estaba haciendo bien pero que le faltaba un mínimo más de balance en ellos.

Cuando terminó la clase, todos los alumnos, menos uno, se dirigieron hacia la salida. Chan salió rápidamente hacia la puerta de la sala en busca de cierto director del Studio.

Jun se iba a acercar al menor para así poder entablar una conversación para conocerlo más en profundidad, pero cierta persona que llegó por los pasillos interrumpió su tan añorado acercamiento.

Ming Hao, que había llegado por aquel pasillo, se enfrentó al profesor suplente Chan: el pleito hubiese seguido de no ser por Hoshi, quien intervino la discusión.

Al chino mayor no le gustó para nada el accionar de su pequeño hermano hacia Channie, apodo que Jun le daría al pequeño (pero eso sí: solo él lo iba a saber, al menos hasta conocerlo y llevar una cordial amistad o, quién sabe: tal vez algo más, según el chino).

Este, al ver cómo Channie se fue enfurecido, lo siguió: no iba a permitir que su hermano tratase mal a las personas y encima no pidiese disculpas. Por eso, las iba a dar él en su lugar, como hermano mayor.

El mayor ingresó a la sala colocándose detrás de Chan, donde el menor había dejado la puerta entreabierta esperando a alguien que bien sabía no era él, ya que al girarse con una sonrisa muy resplandeciente esta fue automáticamente borrada y en su lugar solo se vio una mueca de decepción.

El mayor quiso disculparse con el menor en nombre de su hermano pero, al nombrar a este, Chan no quiso escucharlo ya que, según Jun, los dos extranjeros venían a burlarse en su cara.

Por otro lado, un desconcertado Hoshi, el cual había detenido la discusión de los menores, se encontraba muy preocupado por estos. Así que, después de tener una idea de lo que estaba sucediendo, gracias al chino menor que le relató lo sucedido, fue en busca de su mejor amigo Chan.

Al llegar, vio en una sala cómo Dino hablaba de una manera muy exaltada con otro joven y supo de inmediato de quién se trataba, ya que había escuchado a Chan decirlo.

Este, cuando divisó a través de su hyung, a quien no sacaba ni un minuto de sus pensamientos, que se encontraba cierto chino con el cual había discutido anteriormente, lo puso muy mal: sintió como si su corazón se estuviese arrugando cuan pasa de uva; a la respiración no podía controlarla, por ende, antes de empezar a derramar lágrimas, prefirió irse de aquel lugar.

A Jun se le rompió el corazón al verlo de esa manera. No podía dejarlo en ese lamentable estado, así que se decidió a seguirlo. Pero antes de que pudiera dar siquiera el primer paso, alguien se le había adelantado, siguiendo la otra persona al pequeño.

-Chan, pequeño, espera- gritó Soon desde el pasillo hasta llegar a la sala principal de danza donde dictaban las clases.

Cuando ingresó, su mundo se derrumbó: la personita más especial en su vida, a parte de sus padres, estaba en un rincón acurrucado abrazando sus piernas; estaba en un mar de lágrimas, las cuales parecían no tener fin alguno.

Hoshi se acercó hasta este y lo fundió en un cálido abrazo, wl cual el menor, sin duda alguna, correspondió hasta que, de a poco, con caricias en la espalda, logró calmarlo.

-Channie, mi bebé, ¿recuerdas cuando de niños te sentabas sobre mi regazo y me contabas todo lo que estuviera sucediendo para así poder solucionarlo y que volvieras a sonreír? Bueno, quiero que nuevamente lo implementemos.

El menor caminó hasta su hyung, se sentó en el regazo de este, quedando sus piernas una al costado de la cadera de su mayor y la otra al otro costado.

-Ahora, bebé, cuéntame qué te está sucediendo para que lo podamos solucionar juntos- replicó el mayor para luego acercar más el cuerpo del menor, el cual recostó su cabeza en el pecho de su enamorado sintiendo los tranquilizadores latidos que tanto lo calmaban y, a la vez, más amor le daba.