Capítulo 25

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La situación de Lee Chan tenía al chino mayor en el peor de los estados; una depresión era en lo que se estaba convirtiendo su vida: ya casi no comía, dormía poco, lloraba toda la noche. Nunca se había sentido de esa manera, pero el tener el corazón roto por amor fue la gota que derramó el vaso.

Wonwoo se había enterado por televisión de que una empresa muy reconocida iba a hacer debutar a dos grandes solistas, siendo uno de estos de nombre Kim Mingyu ya debutado. Pero lo que más atónito lo dejó fue que el próximo en debutar era el pequeño que estaba aquella vez con Jun cuando él lo vio por primera vez luego de años de estar en China: Lee Jung Chan. Aquello lo dejó pensando en cómo se encontraría Wen. Por ende, decidió, luego de apagar el televisor y tomar todo lo necesario, partir hacia la residencia de los chinos.

Ming Hao estaba muy angustiado: la situación de su hermano lo tenía muy preocupado, siendo Soon Young quien siempre lo tranquilizaba.

-¡Maldito seas Lee Chan! Prometo que te voy a hacer pagar cada sufrimiento que le estás causando a Jun hyung- expresó Xu apretando los puños de la furia.

-Tranquilo, bebé. Vengarse no lo va a solucionar, solo lo va a empeorar más. Acuérdate de que Jun ama a Chan. Por lo tanto, si lo lastimas, también vas a dañar a tu hermano- Soon sentó al chino menor en sus piernas mientras le sobaba la espalda.

-T-tienes razón, Soonie. Sucede que con tanto lío en mi cabeza, hasta cuesta reaccionar. Muchas gracias por estar conmigo en un momento tan malo como este. Eres el mejor novio de todos. Te amo- el mayor tomó con delicadeza la barbilla del menor y posó sus labios sobre los ajenos. El beso no duró mucho ya que fueron interrumpidos por unos incesantes golpes en la puerta. Luego de soltar un bufido y levantarse de las piernas de su pareja, el chino menor fue a corroborar quién era la persona que tanto insistía detrás de esta.

Al divisar de quién se trataba, lo dejó ingresar.

-Díganme que Jun se encuentra bien- Wonwoo había llegado con los nervios a flor de piel y más se intensificaron cuando Ming Hao le platicó con lágrimas nuevamente cayendo de sus ojos, lo mal que su mayor lo estaba pasando.

-¿P-puedo verlo?- luego de la aprobación del chino menor, Jeon, subiendo la escaleras llegó con la ayuda de Hao hasta la habitación de Jun.

-Junnie, soy Wonwoo. Tu hermano me habló acerca de tu situación. Solo quiero estar a tu lado; no quiero que estés solo. Si quieres, no hablo, pero al menos déjame darte un abrazo, por favor- Jeon esperaba paciente a que el chino mayor dijera un sí o un no a su petición. Cuando pensó que el mayor no lo quería ver, la puerta se abrió, dejando ver un cuerpo muy escuálido, un rostro muy decaído lleno de lágrimas y aún llorando.

Wonwoo, sin pensarlo, lo abrazó. Al principio Wen no correspondió pero, cayendo en cuenta de que esa acción era lo que él necesitaba, correspondió.
El afecto logró calmar un poco al mayor, acto que alegró al menor.

-Junnie, déjame amarte. Si él no te acepta, sea cual sea su motivo, yo te prometo que nunca te voy a abandonar; que siempre podrás hablar refugio en mis brazos o en mis palabras. Sé que todavía tienes sentimientos por ese niño, y que no me amas como yo lo hago desde que te conocí aquel día en la biblioteca, pero quiero que sepas que conmigo vas a sonreír y nunca derramar ni una sola lágrim- el mejor fue interrumpido por los labios del contrario posados en los suyos. El beso, nada esperado por Jeon, fue recíproco al instante: este se sentía en las nubes; en el mismísimo paraíso recordando su antigua relación y estando más que feliz por comenzar una nueva junto a la persona que más lo hizo y hace feliz en su vida: Wen Jun Hui.

Por otro lado, el mayor, aún sin poder sacar de su mente a Chan, y sin pensar que por esa acción podría lastimar a Jeon, lo besó. Pero no por amor, sino por falta de este. El actuar sin medir las consecuencias a veces puede jugar en contra y este, sin pensar en el futuro, se entregó por un puñado de amor y cariño.

-J-Junnie, quiero que aceptes ser nuevamente mi novio. Y si no me amas, no te preocupes puesto que con el tiempo, voy a hacer que te olvides de él y voy a ser yo al único a quien ames. ¿Aceptas?- preguntó el coreano menor, luego de deshacer el beso y tomar las manos de su hyung y entrelazarlas con las suyas.

-S-sí quiero- y así nuevamente se siguieron besando y platicando en la habitación del mayor, sin medir las consecuencias de que en un futuro habría más de un corazón destrozado por una simple y sencilla decisión.

El efecto mariposa (JuNo/H8shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora