Mientras Jun practicaba los pasos que Chan le había marcado en su primer día de clases, Hao solo se dedicaba a pensar.
-Sé que el instructor Lee no es de tu agrado pero deberías ensayar de todas maneras- se quejó Jun.
-Muy pronto dejará de serlo- respondió Hao de manera fría y un tanto misteriosa.
-¡¿Cómo?!- se exaltó Jun.
-No te preocupes. No dejarás de verlo- se apresuró a explicar, y resaltó con disgusto la última palabra: -a tu príncipe.
-Sea lo que sea que estés pensando, te pido por favor que no lo lastimes- en la voz de Jun podía sentirse cierta preocupación.
Aunque Hao asintió con la cabeza, no garantizaba de ninguna manera que eso no fuese a suceder pues, de hecho, el dolor que Chan pudiese sentir le era indiferente. Hao solo podía pensar en Hoshi: en cómo lo alejaría de Dino y en cómo, posteriormente, lo conquistaría. En toda esta ecuación, los sentimientos de su hermano Jun estaban en los cálculos, por supuesto.
-Sé que este chico, quien no es de mi agrado, te gusta- dijo Hao, y Jun comenzó a ruborizarse -. Por lo tanto, te ayudaré a conquistarlo.
-¿De qué manera?- preguntó Jun con un tono nervioso.
-Apartando a tu futuro novio del mío.
A Jun no le era fácil comprender la compleja forma de pensar de su hermano menor. De hecho, le era casi incomprensible el hecho de que a Hao todo le salía tal cual como él lo planificaba. De hecho, muchos años atrás, recordaba Jun, Hao había logrado ser miembro de una prestigiosa escuela de artes marciales al conseguir que uno de los alumnos de dicha institución fuese expulsado. No solo eso, sino que se salió con la suya, pues él fue eximido de toda culpa posible. Era así: Hao siempre ganaba; siempre obtenía todo lo que quería y como él lo quería.
-Bien, haré todo lo que deba- dijo Hao súbitamente y sin aclaración de contexto alguna.
Una vez que subió a su habitación, se sentó frente a su computador y realizó una búsqueda: Lee Chan. Aunque hizo diferentes averiguaciones durante toda la tarde, no pudo hallar nada. Era la primera vez que se sentía desorientado.
Se había cansado y estaba por abandonar la investigación vía internet pero justo en ese momento, se encontró con un artículo que le llamó mucho la atención. El encabezado decía:
¡Última noticia¡ Lee Ji Hoon habría abandonado su hogar junto con sus hermanos por posible disputa familiar.
Al leer esa nota periodística, Hao descubrió más de lo que hubiese esperado. En primer lugar, que el nombre real del compositor, cantante, productor, bailarín y modelo conocido como Woozi era Lee Ji Hoon; segundo, que tenía dos hermanos: Lee Seok Min y Lee Chan. Este artículo, el cual fue editado poco tiempo después de haber sido redactado, describía de manera muy clara y precisa el lugar donde ellos se habían quedado. A Hao le pareció extraño y, a pesar de que la fuente era fidedigna, desconfió.
-Creo que no debería acercarme a ese sitio- consideró con cuidado.
Ya que mentalmente se sentía agobiado, decidió despejarse al salir a caminar por su vecindario, como normalmente solía hacerlo. La brisa de ese día era más fría que la de los días anteriores, por lo tanto Hao decidió vestir un sobretodo negro, barbijo y un piluso, razón por la cual su rostro era completamente irreconocible.
Luego de varios minutos de discurrir en soledad, Hao se cruzó, quizá por obra del destino, con un joven que estaba sentado en uno de los bancos de la plaza.
-Hola- le dijo a Hao, y él inmediatamente reconoció de quién se trataba: Lee Chan.
Hao solo hizo un ademán, moviendo su mano de derecha a izquierda varias veces a modo de saludo y continuó su camino. ¡Su corazonada había sido cierta! Aquella extraña dirección del artículo era falsa. Pero si eso era una falacia, ¿por qué no lo sería el resto de la información? De todas maneras, eso ya no era muy relevante, pues ya había encontrado a quien quería. El paso siguiente era muy importante: que Jun y Chan pudiesen encontrarse de manera casual. Sin embargo, primero debía asegurarse de que Chan realmente viviera en las cercanías. Solo había un modo de hacerlo, de lograr su cometido, y era realmente muy raro: esperar y vigilarlo para confirmar lo que quería; seguirlo, de ser necesario. Una vez logrado esto, lo próximo, según Hao, sería pan comido: generar problemas entre Chan y Hoshi, mientras él ganaba la confianza de este último para poder enamorarlo.
Al regresar a casa, Jun le preguntó a dónde había estado.
-Solo salí a caminar un rato, como lo hago normalmente- respondió.
-Solo haces eso cuando necesitas pensar algo- Jun conocía a Hao. No del todo, pero sí ciertos aspectos suyos.
-Claro que sí. Necesitaba pedirte ayuda- dijo Hao de forma convincente.
-Lo que sea- mordió rápidamente el anzuelo de su hermano menor.
Hao le explicó exactamente qué es lo que requería, cuál era el favor que solicitaba de parte de Jun. Ahora solo restaba esperar a que todo saliera como Hao lo quería; que todo saliera como había salido durante todos estos largos años de su vida.
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El efecto mariposa (JuNo/H8shi)
FanficA medida que los protagonistas y antagonistas deciden tomar decisiones que, creen, son insignificantes, desatan una serie de eventos futuros que conllevarán a resultados inesperados, graves, dolorosos y hasta mortales. Una historia de amor-odio dond...