Capítulo 10

167 14 0
                                    

Hao se sentía como nunca: humillado, impotente y sumamente molesto. Por supuesto, no pediría disculpas a nadie por ningún motivo, bajo ninguna circunstancia. Ji Hoon se arrepentiría de todo lo que hizo, y Hao sabía perfectamente cómo, dónde y cuándo atacar sin manchar si quiera un poco sus manos. Sin embargo, su prioridad en ese preciso instante era Hoshi:

-Tranquilo, ya no llores más, por favor.

-Sucede que él está en lo correcto y yo, sin su ayuda, jamás hubiese sido capaz de llevar a cabo este emprendimiento- se lamentaba Soon Young.

-¡No lo necesitamos!- dijo Hao, logrando llamar la atención del mayor.

-¿Cómo?- preguntó Hoshi con integra.

-La gente te conoce. Eres muy talentoso- explicaba Hao, entusiasta-. Juntos podemos recaudar fondos al promocionarnos como grandes bailarines.

-Cierto...

-Además, ese joven Chan fue muy grosero al no querer recibirte en su casa- expresó el chino con indignación.

-¿Cómo sabes que fui hasta donde él vive?- indagó muy extrañado Hoshi.

Hao se había enredado en su propia red. De alguna manera había olvidado que ese era un dato que no debía mencionar. No obstante, Hao era muy ingenioso y era capaz de resolver casi toda clase de problemas al instante.

-Hablé con este niño hace no mucho. Él me confesó que solo estaba cerca de ti porque se sentía atraído.

-¿En verdad?- se sorprendió mucho Hoshi quien, sin saberlo realmente, sentía algo por Lee Chan.

-Sí, pero él ahora está saliendo con mi hermano.

El semblante de Hoshi cambió completamente al oír eso. Hao pudo notar lo que sus palabras producían en Soon Young, y decidió que esa sería la bomba atómica que finalmente terminaría con la relación que Chan y él habían tenido durante tanto tiempo.

-Pues simplemente no quiere verte porque su corazón ya no siente nada por nadie que no sea Jun, mi hermano mayor.

-¡Si en algún momento sintió algo por mí y pensó que yo sentiría lo mismo, se equivocó!- vociferó Hoshi, mientras su alma se quebraba segundo a segundo.

La sensación que Hao tenía en su interior era tan indescriptible que no podía compararse con una simple satisfacción, sino que iba mucho más allá.

-No te preocupes. Sé que mi hermano jamás estaría con alguien tan infantil.

-¿Tú crees?- preguntó Hoshi, con cierta vergüenza.

-Claro. Él está al tanto de tus sentimientos. Lo que significa que solamente saldría con Jun con el propósito de lastimarte.

-Si él se atreve a hacerme eso, ¡no se lo perdonaría!- dijo Hoshi con un nudo en la garganta que luego se transformó en lágrimas.

-Eso no va a pasar- dijo Hao mientras abrazaba a Hoshi -. Tú lo conoces mejor que nadie: es un joven sensible que te quiere.

Hao estaba en lo cierto, pensó Hoshi. Su Channie era tierno; un joven tranquilo que no pensaría nunca en herirlo.

-Sé que quizás no es el mejor momento- dijo Hao -pero me gustaría invitarte a mi casa.

-No lo sé- replicó Hoshi, sintiéndose un poco triste y pensativo.

-Hay una plaza hermosa cerca de donde vivo. Sé que te encantará- sonrió dulcemente Hao.

Hoshi se detuvo unos minutos para pensar. No estaba completamente convencido con la idea de visitar la casa de su amigo, sobre todo sintiéndose tan mal como lo estaba en ese preciso instante. De todos modos reconsideró la propuesta y supuso que despejar su mente le haría muy bien.

-Tal vez necesite respirar un aire diferente- respondió finalmente.

La sonrisa que Hao esbozó fue tan brillante y hermosa que contagió a Hoshi, quien también sonrió.

-¿Lo ves? Cambiará tu perspectiva, te lo aseguro.

Toda esa tarde, Hoshi se mantuvo discurriendo acerca de la remota posibilidad de que Chan sintiera algo por él, y en ese instante comprendió que él también había estado sintiendo algo por Chan durante mucho tiempo.

Al día siguiente, se dirigió a donde Hao. El vecindario era precioso, como salido de la imaginación de un gran escritor.

-Me encanta este lugar- dijo Hoshi, contemplando todo a su alrededor.

-Hoy será un día lleno de sorpresas- dijo Hao de manera tan minuciosa y maliciosa que Hoshi no fue capaz de percibirlo.

Todo se estaba dando de manera soñada: una atmósfera única, con un gran amigo, alejado de todo mal pensamiento. No obstante, algo captó la atención de Hoshi: en la misma plaza donde ellos estaban, también estaba Chan sentado en un banco, sin compañía.

-Ese joven que está allí...- comenzó Hoshi -¿no es Chan?

Hao fingió mirar con detenimiento pero, en realidad, sabía lo que sucedería a continuación, pues todo había sido premeditado por él.

-No puedo divisar con claridad de quién se trata- dijo Hao, y, mirando a Hoshi con su visión periférica, añadió: -pero estoy seguro de que la persona que se está acercando a quien tú crees que es Chan, es mi hermano Jun.

Hoshi los observó durante algunos segundos hasta que finalmente pudo confirmar que se trataba de Jun y Chan. En ese entonces, se sintió derrotado; muy herido, humillado; sintió que fue utilizado.

-¡Sí, son ellos, y están tomándose de las manos!- acotó Hao para avivar el fuego de furia que Hoshi sentía.

-¡Mierda!- gritó Hoshi como nunca y llamó la atención de mucha gente.

Soon Young se levantó bruscamente de su asiento y caminó directamente hacia donde Dino y Jun estaban. Estos, al verlo tan temperamental, se sorprendieron.

-Profesor Soon Young- dijo Jun.

-¡No puedo creer que me hagas esto!- le dijo Hoshi a Chan, ignorando completamente a Jun.

-¿Qué?- preguntó Chan, sintiéndose aturdido.

-¡Me das asco! ¿Cómo puede ser que no te importe nada que no seas tú mismo?- sentenció Hoshi, mientras sus lágrimas comenzaban a caer.

Todos los ojos de las personas estaban puestos en ellos.

-¡¿Qué dices?!- intervino Jun al ver que Chan comenzó a palidecer y a respirar de manera inusual.

-Puedes pensar que es hermoso al principio. Luego te enamorarás y, cuando él lo sepa, entristecerá tu corazón y esa será tu única perspectiva del amor- advertía Hoshi.

-¡Vete de aquí! ¡Todas tus idioteces lo están lastimando!- gritó Jun y miró a Hoshi de manera penetrante.

Luego de secar sus lágrimas, Soon Young decidió irse. Hao, a quien no vieron, lo acompañó hasta su casa y él regresó a la suya. Mientras tanto, Jun intentaba calmar a Chan:

-Por favor, respira más lentamente.

A pesar de los intentos de Jun por calmar a su amado, este perdió el conocimiento.

Los planes de Hao estaban casi concretados. Por ahora, había conseguido algo muy importante: que Hoshi odie tanto a Chan como para lastimarlo sin medir las consecuencias.

El efecto mariposa (JuNo/H8shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora