Capítulo 28

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Dos días después de haber resuelto junto a Mingyu que convivirían, se dirigió a su antigua casa para recoger sus pertenencias. Al estar allí, empacando, sabía que tendría que darle toda clase de explicaciones a sus hermanos acerca de por qué consideraba que irse de ese lugar era lo mejor para él; cuánto amaba a su novio como para hacerlo, a pesar de que solamente estaba siendo hipócrita, falso, manipulador y demás calificativos despectivos.

-No, no pienso hacerlo- se dijo a sí mismo, pensando en evadir todo ese embrollo.

-¿Con quién hablas?- preguntó Dokyeom, quien sorprendió a Chan al aparecer tan subitamente.

-Seguro que no contigo- respondió el menor con un tono agrio.

-¿Y ahora por qué me hablas así?

Chan suspiró, cansado de tener que mantener una conversación forzada con su hermano.

-¿No tienes que alimentar a las palomas?

-¿Cómo supiste que estoy con hambre?- indagó el mayor con gran sorpresa, con una sorpresa tan genuina que Chan no pudo evitar mirarlo como si de un bicho extraño se tratase.

-Sal en este momento de aquí...

Sin más, Dokyeom obedeció, quizá debido al temor que el aura oscura de su hermano emitía; o, quizá, porque se sentía famélico.

El problema ahora sería tener que conversar con Woozi acerca de esto, pues Chan no sabía realmente si su hermano mayor conocía a Mingyu. Y en todo caso, ¿por qué debía eso ser un impedimento? Ya era lo suficientemente grande como para tomar sus propias decisiones.

Luego de haber empacado todo lo necesario para marcharse al fin, bajó las escaleras y se dirigió, algo dubitativo, hacia la habitación donde Woozi componía las letras de sus canciones desde hacía ya varios años. Al ingresar, vio a su hermano con sus auriculares, escuchando música con una gran sonrisa en su rostro. Esto llamó mucho la atención de Chan. Al ver el mayor al menor, su expresión cambió drásticamente.

-¿Vas a algún lugar?- preguntó Woozi con frialdad, tanto en su tono de voz como en su rostro.

-Sí- respondió Chan contundente.

-No voy a preguntar nada. Lo sé todo. Solo espero que sepas qué haces y no te arrepientas luego.

Chan, aunque intentaba no demostrarlo, estaba atónito, pues no podía entender cómo su hermano mayor sabía lo que planeaba hacer; cómo sabía que había decidido mudarse con Mingyu.

-Simplemente diré que este juego de niños va a terminar muy mal- la mirada de Ji Hoon era intensa.

El menor no comentó absolutamente nada al respecto, dado que no sabía qué argumentar. En cambio, giró ciento ochenta grados sobre sí mismo y, silenciosamente, salió de allí. La sensación amarga de no haber podido contestar lo carcomía. Chan se sentía frustrado.

Al salir, se topó con Seungcheol; al principio pensó en continuar su recorrido sin soltar palabra alguna, pero sin siquiera saber por qué, dijo:

-Espero que tu relación con él no se quiebre en cien mil pedazos como la mía...

El de mayor edad quedó confundido; realmente quería decir algo, pero estaba sin saber qué decir.

Chan corrió, pues no quería romper en llanto frente al novio de su hermano.

Cuando logró despejarse, estaba llegando a la casa de Mingyu.

Al ingresar, se dirigió donde su mayor y lo abrazó. Mingyu estaba sorprendido, pues no lo había oído llegar.

-Nunca me dejes, por favor. Eres lo único que tengo ahora...- expresó Chan, mientras algunas lágrimas se deslizaban sobre su rostro.

Mingyu lo miró, y luego comprendió todo.

-Sé que últimamente no estás en muy buenos términos con tus hermanos, pero eso no significa que los hayas perdido; ellos aún te aman, estoy seguro

-Ellos no me entienden. Yo creí que estarían felices de que al fin forjé mi propio camino- ahora el menor sollozaba, mientras abrazaba aún con más fuerza a Mingyu.

-Escucha- respondió el mayor, mientras suave y delicadamente sostenía la barbilla de Chan y secaba sus lágrimas -puedes contar conmigo para lo que necesites; si ahora lo que quieres es sentirte acompañado, estoy aquí, y en el futuro siempre lo estaré.

Chan calmó un poco su respiración, y miró fijamente a los ojos a su novio; sonrió ampliamente y besó a Mingyu con pasión.

-Sabía que no me fallarías; que incluso tus palabras podrían ayudarme en los momentos más difíciles. Te amo- Chan parecía estar hablando con el corazón.

-Yo te amo aún más.

Chan, con una gran sonrisa, le dijo a Mingyu que lo siguiera hasta la habitación, que deseaba mostrarle algo. El mayor accedió y ambos se dirigieron hacia allí.

Al ingresar, Chan se acercó a un cajoncito de madera y, de allí, tomó un hoja de papel con algunas cosas escritas en ella. La misma decía:

"En este mundo, no existe manera alguna de que un alma no encuentre su otra mitad"

Mingyu estaba perplejo; quiso hablar, responder de alguna manera pero, en cambio, solo pudo llorar debido a la felicidad que sentía.

-A estas palabras las escribí hace un tiempo para alguien muy especial, pero realmente no sabía a quién estaban dirigidas... Ahora creo que entiendo; todo esto es como una epifanía que me llevó directamente a ti, junto con esto- los ojos de Chan estaban realmente iluminados mientras hablaba y abrazaba a Mingyu.

Ahora, cambiando de roles, Chan tomó suavemente a Mingyu y lo besó; ambos se dejaron llevar por el momento. Chan comenzó a quitarle las prendas lentamente a su novio: primero la preciosa camisa azul que este llevaba, dejando su torso desnudo y aprovechando para recorrerlo con su mano; luego, se quitó su propia remera, y recostó lentamente a Mingyu sobre la cama; acto seguido, comenzó a besar su cuello mientras, con una mano, enredaba sus dedos en la sedosa cabellera de su mayor, quien soltaba gemidos a la vez que su respiración se aceleraba; con la otra, rodeaba su espalda, haciendo presión hacia su propio cuerpo. La manos de Mingyu recorrían la espalda de Chan. Después, el menor posó su mano sobre el muslo de Mingyu, acercándose cada vez más a su zona de placer. Ambos estaban en clímax. Cuando su mano hizo contacto, ambos oyeron una voz que los estremeció:

-Hermano...

Mingyu no creía lo que sus ojos veían: sin previo aviso, su hermano menor había arribado a su hogar y eso no podía significar más que problemas... Sobre todo, considerando en qué situación los había encontrado.

El efecto mariposa (JuNo/H8shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora