Capítulo 26 [ Peligro ]

6.3K 404 38
                                    

Aquí comienza el desmadre.


Olivia

El fin de semana llegó, y con eso el plan en marcha.

Leo los últimos días intento convencerme de que no vaya pero me mantuve firme en mi decisión. Ni Julieta, Milo o Enzo saben de eso y lo Prefiero así, apuesto que ninguna me dejará ir, eso es lo que tengo que evitar. El plan es fácil y solo es descubrir si ese es el lugar, si siguen vendiendo y consumiendo, listo. Lo primordial es que no me descubran.

Sacudo la cabeza, más tarde pensaré en que pasará.

Unos besos en mi cuello, me roban suspiros y mi corazón se acelera al sentir su mano acariciando mi abdomen.

—Tenemos que hacer el trabajo. — murmuro.

Solo me ignora, sus dedos curiosos recorren mi abdomen y muslos. Mi cuerpo reacciona ante sus caricias, tiemblo levemente y mis vellos se erizan por su tacto.

— Sacaremos un diez, igual. — habla sobre mi cuello.

— Que presumido te volviste. — me burlo, sonriendo.

— Me volviste, cielo.

Sonrió, y dejo las hojas en su mesita de luz.

Él está apoyado sobre la cabecera de su cama, me hice un espacio entre sus piernas. Se supone que haríamos un trabajo de química pero veo que los planes cambiaron.

— Solo hago que sepas tus virtudes y no te reprimas en demostrarla. — explico. Sus manos bajan a mi falda y la sube un poco, sus dedos rozan mi sexo.— Es como cuando te dicen que eres hermosa y no le dices “gracias”, no lo creo arrogante sino que sabes que eres hermosa o hermoso.

— Puedes ser más perfecta? Eres hermosa, inteligente, divertida, directa y estando arriba eres una diosa. — dice, besando debajo del lóbulo de mi oreja.

Niego con la cabeza.

Me volteo y me subo en su regazo, entrelazo mis manos detrás de su nuca y él pone sus manos en mi cadera.

— Y real, vaya que lo eres. — bromea, bajando sus manos a mi trasero. Ruedo los ojos divertida.

— Bobo.

Lo acerco a mí, y lo beso pero dejo que él mandé en el beso, así me besa de esa forma suave y cálida que causa un cosquilleo en mí.

— Tienes que cambiarte. — digo sobre sus labios.

Enzo me ignora, y reparte un beso tras otro en mis labios. Esbozo una pequeña sonrisa.

>> — Enzo, vamos. Les dijiste a los chicos que ibas y a Julieta no le gusta que la cancelen. — murmuro entre besos.

Él bufa.

— No quieres ir con nosotros? Si quieres, después te ayudo con tu ensayo para la universidad.

Tomo su rostro entre mis manos, deteniendo sus tentadores besos. Rio levemente al ver sus cachetes tan juntos y sus ojos achinados.

— Te vez chistoso y tierno. — comento, mirándolo.

Como puede entrecierra sus ojos en mi dirección, no puedo evitar reírme de nuevo.

— No es gracioso.

Polos opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora