Capítulo 14 [ ¿De buen humor o modo idiota? ]

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Olivia

Los días de comer cualquier chatarra, acostarse hasta tarde y apenas caminar de mi casa al instituto se acabó. Tanto las clases de educación física como el entrenamiento para el equipo de atletismo empezaron.

El atletismo es caracterizado en el instituto “School Stone”, desde el año 1883, no habían demasiado deportes que a la gente del pueblo le gustará y bastante irónico que les gustará ver a personas correr varias vueltas hasta quedar sin aire.

Me gusta entrenar y más ganar, pero la pereza es mi debilidad y mi mejor enemiga. Las del equipo están emocionadas por volver, en éste se encuentra Julieta, Leandro, Mila, Juana, Nazareno, Johnatan, Gregorio, Javier y Camila.

Sobre la última, ninguna habla con la otra, nunca fuimos amigas pero sí hablábamos sobre el equipo y nada más.

Ignorando sobre cómo se supone que tengo que sentirme o no, si me molesta de una manera indescriptible que Camila lo haya besado, por eso lo ignore para no reclamarle como si fuese su novia.

Todo eso se fue al carajo cuando se canso de que lo ignore, evite reírme al oírlo tan frustrado sobre mí silencio, lo mejor e inesperado fue lo que sucedió después, sus besos, sus dedos en mí y sus acciones tan demandantes me encantaron y antes no me gustaba ese tipo de chicos.

— Puedes prestarme algo de atención, Ninfómana. — me regaña Julieta. Bufó.

— Qué decías?

— Si usamos pantalón o short para entrenar? — pregunta.

Me siento en la banca del vestuario de chicas, la repaso con la mirada, siempre envidié su cuerpo, sus curvas, su abdomen y su buen trasero. En ambos manos sostiene un pantalón y short de color negro.

— Si te refieres a cual te quedaría mejor, es ambos. Pero, si es por el clima digo que el pantalón, hace frío aún. — hablo después de pensarlo.

— Agh, odio el invierno. — se queja.

— El invierno es superioridad, en verano sudas, están los mosquitos, no puedes dormír en paz. — contradigo.

— En el invierno se te congelan los huesos, te resfrias y duermes como si fueras un burrito. — replica.

Ambos nos miramos de mala gana. Siempre discutimos por esto.

— El invierno es mejor.

— El verano.

— El invierno.

— El verano!

— El invierno! Y punto, soy tu mejor amiga y capitana, así que calla. — la señaló con un dedo. Ella se calla y me fulmina con la mirada.

Sonrió victoriosa.

Nos ponemos el pantalón, la protección y salimos del vestuario. Caminamos hasta las canchas de voleibol, Julieta se va a las gradas con su novia, apoyo mi hombro en la columna de las gradas y veo como Enzo juega junto a su equipo.

Su pelo castaño mojado por el sudor, sus brazos marcados, su rostro concentrado, su ropa deportiva y todo él es jodidamente perfecto. Me quedo mirándolo correr, saltar y dar órdenes.

Su lado dominante me sorprendió el otro día y a la vez me facina, eso quiere decir que está dejando de controlarse ante mí y lo que ambos causamos en el otro.

Él tiene muchas características de su personalidad, como ser egocéntrico, orgulloso, enojón, dominante y sarcástico pero todo eso lo reprime, porque no le gusta hacer sentir mal a las personas y si eso conlleva a qué lo hagan mierda a él, lo permitirá.

Polos opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora