Polos opuestos

Capítulo 31 [ Arriesgarse ]

Primera parte y narrada por Enzo, la segunda parte será la continuación pero narrada por Olivia.

Enzo

Arriesgarse es una decisión difícil, todos tenemos nuestros miedos e inseguridades que nos impiden tomar esa decisión. Por ejemplo; declararte a la persona que te gusta, enfrentar a tus padres, hacer lo que te apasiona pero tenías miedo de no hacerlo bien y etc.

La vida en sí, da miedo.

Pero más miedo da ver como la persona que quieres se arriesga a todo sin dudarlo y tú por el miedo te quedas estancado en tu sitio.

Me arriesgaré a ver el mundo del que logré salir por ella, así como me arriesgué a decirle lo que siento.

Será la hora de la verdad, ver si el pasado puede dejar de atormentarme.

Salgo de mis pensamientos al escuchar como Olivia se truena los dedos, la miro y ella me ve fijamente.

Alzo una ceja.

— Una foto dura más. — digo divertido.

Ella pone mala cara.

— Sabes que no te estoy mirando por tu belleza, bobo. — dice, seria.

Bufó.

—Sabes que no dejaré que vayas sola, boba. — replicó.

Olivia estaba molesta, entonces se había sentado en el sillón individual y yo en el amplio.

Nos encontramos en la casa de Julieta, estamos todos porque vinimos a repasar el plan, ellos están sentados en el piso cerca de una pequeña mesa. Olivia y yo aún seguimos discutiendo por si voy o no, diga lo que diga iré.

Ella se levanta de su asiento y se sienta en mis piernas, paso mi brazo por su cintura y ella me rodea el cuello con sus brazos.

— Puedes dejar de ser terco, yo soy la terca entre los dos. — refonfuña.

Dejo un beso en su hombro desnudo.

— Pues ahora se invirtieron los papeles. Iré y punto.

Un sonido de frustración sale de su garganta y me da una mirada que podría ponerme bajo un tren. No mentiré, Olivia enojada me gusta y a la vez me asusta.

Los chicos nos miran y deciden intervenir al ver nuestras caras; ella molesta y yo serio.

— Ninfómana y opuesto, vamos a ir todos. El plan está echo y la decisión tomada. — habla Julieta.

Olivia no la mira, solo se concentra en mirarme mal.

También me arriesgaré a morir, y será por su mirada.

— Tal vez, no quiere que veas a las chicas. — comenta burlón, Leo.

Olivia deja de verme para girar la cabeza hacia él.

— Tú te callas, por tu maldita boca suelta ahora ellos están metidos en esto. — masculla.

Sí, ella aún no lo perdona.

Su expresión burlona tiembla y todos nos reímos, pero me callo cuando Olivia vuelve a verme.

— Cielo, él hablo pero es nuestra decisión ir contigo. — susurro solo para ella.

— No me quieras comprar con tu apodo cursi y tu tono de voz suave, Enzo. — habla entre dientes.

Sonrío y ella bufa. Se levanta de mis piernas, y nos mira a todos seria.

— Oliv, solo queremos ayudarte y que no te pasé nada. Cinco es mejor que uno. — rompe el silencio, Milo.

Ella lo mira y solo el enojo la apodera.