Olivia
Repiqueteo el lápiz en mi mesa, logrando que el ruido me calmé y me distraiga del aburrimiento. Miro sin ganas a los profesores de educación física que solo veo sus labios moverse, pero mi mente no está prestando atención a lo que sale de ella.
Un codazo me hace voltear la cabeza para encontrarme con unos ojos negros y su ceño fruncido.
— Puedes parar con el lápiz, me pones de los nervios. — masculla Enzo.
Uy está molesto. Sonrió ampliamente.
— No. — respondo y él frunce más el ceño.
— Te romperé el lápiz. — amenaza.
— Te lo clavare en el ojo. — contraatacó. Él levanta una ceja.
— No lo harías.
— No te confíes, Smith.
Ambos nos miramos retadores, pero mi mirada baja a la mano de una chica en su antebrazo.
— Enzo, los profesores te están viendo de mala manera, presta atención. — le aconseja.
Ahora yo soy la que aprieta el ceño. Antes de que él responda me adelantó.
— Él le presta atención a lo que se le dé la jodida polla, de acuerdo, cariño? — sonrió falsa.
Ella me mira nerviosa e ignoro la mirada de Enzo en mí.
— Solo lo aconsejaba. — se defiende en voz baja.
— Y él no te lo pidió, estaba hablando conmigo. — espeto molesta.
Ella asiente con las mejillas sonrojadas. Miro al frente cruzada de brazos y molesta.
Ya ni el lápiz me calma.— Y eso qué fue? — cuestiona en un murmuro Enzo.
— No me gusta que me interrumpan o que se metan cuando estoy hablando. — respondo. Él suelta una risita.
Siento como pasa su brazo detrás de mi silla y su mano rozando sutilmente mi hombro. El simple pensamiento de sentir sus manos me causa escalofríos.
— Sabes que cuando te pones celosa eres como un demonio. — murmura y ahora sus nudillos acarician mi hombro.
Es posible que ese simple toque me ponga caliente?
Me giro hacia él, está mirando al frente pero se qué siente mi mirada y sus caricias en mi hombro no cesan. Me acerco hasta estar cerca de su oído, sintiendo su perfume y como su respiración se alteró. Sonrió.
— Bebé, si me vieras celosa el jodido instituto estaría prendido fuego. — susurro en su oído.
Me resisto de darle un beso en el cuello o hacerle un marca como una jodida posesiva.
Me alejo para verlo, tiene las manos echas puños y una pequeña sonrisa.
— Bebé? — cuestiona pasmado.
— Prefieres Daddy? — sugiero con inocencia.
Él aprieta más sus puños. Admiro y odio su autocontrol, yo ahora mismo estaría haciéndolo rogar por un orgasmo.
— No sigas, presta atención. — masculla.
Miro al frente, centro mi vista en los profesores que son ajenos a nuestra conversación y pongo una mano en la pierna de Enzo, se tensa e intenta apartarla pero ejerzo fuerza, se que puede librarse pero quiere ver hasta donde puedo llegar.
— Dile a tu pene que no me desconcentré, entonces.
Con un dedo trazo círculos y siento como su mano va debilitando su agarré.
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Polos opuestos
Novela Juvenil[ Romance ] +18 Los polos opuestos se atraen, sí, pero ¿Durarán lo suficiente para llegar a amarse? Es posible saciar tu curiosidad y listo? Para Olivia French solo aumentará. Enzo es un chico como cualquier otro que tiene a la chica más codiciada d...