Capítulo 6 [ Bebé? Daddy? ]

7.7K 573 111
                                    

Olivia

Repiqueteo el lápiz en mi mesa, logrando que el ruido me calmé y me distraiga del aburrimiento. Miro sin ganas a los profesores de educación física que solo veo sus labios moverse, pero mi mente no está prestando atención a lo que sale de ella.

Un codazo me hace voltear la cabeza para encontrarme con unos ojos negros y su ceño fruncido.

— Puedes parar con el lápiz, me pones de los nervios. — masculla Enzo.

Uy está molesto. Sonrió ampliamente.

— No. — respondo y él frunce más el ceño.

— Te romperé el lápiz. — amenaza.

— Te lo clavare en el ojo. — contraatacó. Él levanta una ceja.

— No lo harías.

— No te confíes, Smith.

Ambos nos miramos retadores, pero mi mirada baja a la mano de una chica en su antebrazo.

— Enzo, los profesores te están viendo de mala manera, presta atención. — le aconseja.

Ahora yo soy la que aprieta el ceño. Antes de que él responda me adelantó.

— Él le presta atención a lo que se le dé la jodida polla, de acuerdo, cariño? — sonrió falsa.

Ella me mira nerviosa e ignoro la mirada de Enzo en mí.

— Solo lo aconsejaba. — se defiende en voz baja.

— Y él no te lo pidió, estaba hablando conmigo. — espeto molesta.

Ella asiente con las mejillas sonrojadas. Miro al frente cruzada de brazos y molesta.
Ya ni el lápiz me calma.

— Y eso qué fue? — cuestiona en un murmuro Enzo.

— No me gusta que me interrumpan o que se metan cuando estoy hablando. — respondo. Él suelta una risita.

Siento como pasa su brazo detrás de mi silla y su mano rozando sutilmente mi hombro. El simple pensamiento de sentir sus manos me causa escalofríos.

— Sabes que cuando te pones celosa eres como un demonio. — murmura y ahora sus nudillos acarician mi hombro.

Es posible que ese simple toque me ponga caliente?

Me giro hacia él, está mirando al frente pero se qué siente mi mirada y sus caricias en mi hombro no cesan. Me acerco hasta estar cerca de su oído, sintiendo su perfume y como su respiración se alteró. Sonrió.

— Bebé, si me vieras celosa el jodido instituto estaría prendido fuego. — susurro en su oído.

Me resisto de darle un beso en el cuello o hacerle un marca como una jodida posesiva.

Me alejo para verlo, tiene las manos echas puños y una pequeña sonrisa.

— Bebé? — cuestiona pasmado.

— Prefieres Daddy? — sugiero con inocencia.

Él aprieta más sus puños. Admiro y odio su autocontrol, yo ahora mismo estaría haciéndolo rogar por un orgasmo.

— No sigas, presta atención. — masculla.

Miro al frente, centro mi vista en los profesores que son ajenos a nuestra conversación y pongo una mano en la pierna de Enzo, se tensa e intenta apartarla pero ejerzo fuerza, se que puede librarse pero quiere ver hasta donde puedo llegar.

— Dile a tu pene que no me desconcentré, entonces.

Con un dedo trazo círculos y siento como su mano va debilitando su agarré.

Polos opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora